Recordando los Viejos Tiempos:
ANTENA
GUALACEÑA
“La
voz de los pueblos del sol naciente”
Presenta:
“Un programa educativo, social y
cultural, en 120 minutos, una producción dedicada exclusivamente para usted,
con renovado esfuerzo y sentimiento, en el que conoceremos nuestra historia,
nuestras costumbres, nuestros problemas regionales y nacionales, coadyuvando
siempre con nuestras autoridades en la búsqueda de las soluciones más
apremiantes de nuestras comunidades…”
Este programa
lo realizábamos en RADIO CENTRO GUALACEO con el segmento ”recordando los viejos
tiempos” con el tema:
EXCURSION A CUZHIN…UNA LEYENDA
Por Dr. Nelson Muy Lucero MD
Para
hablar del hermoso valle de Gualaceo, nos trasladamos al sur del
país, de este prospero cantón azuayo, un
milenario pueblo, queremos relatarles una historia jamás contada.
Para
orientarnos en nuestra excursión al cerro “Cuzhín” debemos conocer, su área geográfica. Este
cantón se encuentra atravesado por el río Santa Bárbara, rodeado de sus cumbres
que son Capzha, Tres Cruces, Zharbán, Callasay, Pagrán, Zhordán, Maylas,
Collay, Huinzhún, al margen izquierdo
del río Santa Bárbara, se extiende
una cordillera llamada Aguarongo, a 3.000 ms de altura, dentro de éstas existe
una gran cantidad de cerros, montes y montañas, destacándose las elevaciones de
Cuzhín,
Malán y Llintig, que se extienden hasta el cerro de tari (pishi) en la
parroquia de San Juan.
A
todos ustedes que sin duda alguna están escuchando esta programación radiofónica,
les invito a cerrar sus ojos y que borremos por un momento de nuestra mente los
sinsabores de la vida y concentrémonos trémulos en una caminata que por cierto
fue extenuante cuando aquella vez lo realizamos junto a un grupo de amigos…entonces
preparémonos, hoy nos vamos de excursión…
Ahora
será
“Cuzhín” el punto más alto de la cordillera ubicada al oeste del centro
poblado…a ese lugar podemos llegar por
dos rutas, por la vía Gualaceo-Quimzhi-Dotaxí o por la Gualaceo-Chicaguiña-Caguazhún-Jadán…la
segunda es nuestra mejor opción.
Son
las 5 AM, de la madruga, cargando nuestra mochila de contenido diverso (una
botellita de agua, sodas, pan, atún y el infaltable trocito de panela)…con
decisión y buena voluntad emprendimos la marcha…no faltaron los despistados y
aquellos que a última hora se unieron al grupo, que con cierto aire de
preocupación mirándose los unos a los otros, querían saber y preguntaban…¿a
dónde nos vamos?... si conocen la ruta…podríamos perdernos?...caramba no nos
preocupemos…miremos todos arriba, muy arriba en el horizonte…desde el centro
cantonal, empezamos el ascenso para ir descubriendo paso a paso aquella
envidiable naturaleza que nos circunda…así caminando podemos ir a cualquier
punto de nuestra inconmensurable geografía…miren allí esta…ese es nuestro
objetivo…allí esta frente a nosotros “aquel cerro“ que no sabemos quién o
quienes lo bautizaron con el nombre de “EL GRAN CUZHIN” se nos muestra inmóvil,
imponente y desafiante para que nos
atrevamos a coronarlo y nos paseemos en sus pajonales, acompañados de helados y
fríos ventarrones…claro que lo vamos a lograr…el ascenso continua sin descanso,
unos en silencio…otros como siempre conversones, los más jóvenes sonrientes, graciosos y juguetones…algunos
trastabillan por los empujones…unos pocos concentrados en la caminata avanzan
en la fría madrugada por el pedregoso sendero
eludiendo a los espinosos pencos bien enraizados en la vera del camino,
cruzando laderas llenas de sigsales, árboles milenarios del cañaro, guavizales
y capulíes, las atrayentes moras, maduras y tiernas, con tallos y ramajes
entrecruzados, dando forma a una malla espinosa infranqueable impidiendo que
nos desviemos de la ruta, más de un personaje se paraba para descansar y degustar la agridulce fruta.
De las arboledas y arbustos se escuchaban el trinar musical de las aves y el
murmullo que producía el viaje del agua por una “acequia o canal de agua”…creo
que deberíamos hacer un pequeño tambo, para poner algo a los vacios estómagos,
especialmente de los más pequeños…fue solo un momento el descanso, para
refrescar los rostros sudorosos y enrojecidos por el esfuerzo…Eufóricos los más
pequeños nos traían la buena noticia…ya salió el sol…alegres y contentos, vemos
como el astro rey hacía su aparición por el oriente, este sol naciente y
mañanero nos anunciaba que será un espléndido día… los ponchos, los sacones, y
las chompas. fueron rápidamente desenfundados y escondidos en las mochilas…silbando,
cantando, y gritando los excursionistas avanzaban, mientras los encargados de
poner orden empezaron a hacer respetar su función…dejen de empujar…se van a
caer….José ven pásate para acá…se están poniendo tensos, es mejor acampar por
unos cuantos minutos…vamos a tomar un cafecito, en fila y cada uno con su vaso
en completo orden…algunos no trajeron su pan y tenemos que compartir…un
sentimiento de alegría invadió nuevamente al grupo…es el momento de retomar la
ruta…los que ya lo conocían comentaban…que las quebradas se secaron y solo
quedaba una profunda cicatriz como huella por donde hace algunos años atrás, era
recorrido por un torrente de agua fría, límpida y dulce, que bajaba desde las
alturas…era justo aquí, donde rellenábamos nuestras botellitas con agua y
continuábamos como hoy cuesta arriba, a los lados crecían una gran variedad de
nativas plantas y flores, era de verdad un paraíso; de un periódico hacíamos un
barquito de papel y lo soltábamos en la pequeña correntada…este relato en los
mas jovencitos, que por primera vez ascendían se percibió como un halo de
nostalgia que los invadió, porque para
ellos ya no estaba el arroyuelo, para poder saborear lo que otros adolescentes
en su tiempo pudieron gozar de los verdes prados y su vegetación exuberante,
para este tiempo lo hemos perdido todo…el mas pequeñín del grupo con aires de
optimismo dijo…sigamos puede ser que lo encontremos más adelante…Hasta los
caminos se están borrando, ya no hay árboles, todo está árido, piedra sobre
piedra, en estos parajes la tierra se volvió infértil…a quien culparemos por
tanto desastre…pero por supuesto la culpa lo tiene el más grande y famoso depredador el hombre… ya sentimos el
cansancio, sudorosos decidimos acampar, mientras esperamos a los “atrasados”,
unos sentados sobre grandes piedras escudriñándolo todo a su alrededor, otros
cobijados bajo la sombra del único árbol que quedaba por la zona, como único
testigo que quizás guardaba los secretos de lo que allí ocurrió con el paso de
los tiempos…Todos como si alguien lo hubiese pedido hicieron un minuto de
silencio , como si repasáramos la lección, deshojando las páginas de un pasado
inexorable...que solo lo volveremos a repasar en un programa como este “RECORDANDO
LOS VIEJOS TIEMPOS”.
Luego
de comer nuestro fiambre, con alguna que otra fruta y masticando raspadura,
emprendimos el tramo final del viaje…entre murmuraciones algunos decían, mucho
descanso, ya debíamos haber llegado…apresurando el paso y suspirando por el
cansancio, en una llanada nos dejamos caer…por fin hemos arribado…esto es “el
cerro de CUZHIN” …este es el monte sagrado, desde aquí se adoraba a la
luna, la diosa cañarí…Esa CRUZ, fue colocado allí como EL SIMBOLO DEL CATOLICISMO,
representando a la llegada de los españoles y su religión…desde este cerro el
más alto de la cordillera del Aguarongo, los cañarís, grandes guerreros
vigilaban su imperio y desde aquí las quipas emitían un lúgubre y espectacular
sonido, esperando la respuesta de los centinelas que cuidaban las puertas de
entrada a sus dominios. Desde este punto el más alto de la cordillera ubicada
al oeste del centro poblado, desde aquí estamos observando los inmensos valles
de Gualaceo, Cuenca, Azogues, Paute, Chordeleg, Sígsig territorios que en su
momento estaban siendo ocupados por los Cañarís.
Aquí
está la extensa y majestuosa planicie y su cruz de palo, maltratada por la
intemperie, los vientos helados y la neblina nocturna nos esperaban. ..allí
esta ese bosque que aún nos queda como reserva natural, formando parte de la
cordillera del AGUARONGO, con su fauna (venado, quillichugo, colibrí, pájaro
carpintero, raposo, añas, mirlos, puerco espín, cuyes y conejos del monte…),
con una flora inverosímilmente variada(el gañal, el aguarongo, guavisay,
retama, aliso, quinua, arrayan, cascarilla y cedro, arboles de troncos gruesos
que eran buen leño para hacer el carbón).
Este
ambiente bulliciosamente natural nos daban la bienvenida…Lo logramos…un aire
triunfalista recorrió por todo nuestro cuerpo…con nuestra mirada incrédula dominábamos
los extensos y envidiables paisajes…miren por allá…miren por acá…todos se
volvieron los conquistadores de ese enorme paraje…una pelota apareció en la
escena, todavía quedaba algo de resistencia y porque no…se armo un partido el
mismo que termino empatado…otro grupo fuimos en búsqueda de un “hueco profundo”
que contaba mi abuelo, que allí existía, lo localizamos, estaba cubierta con
maleza, lo despejamos y nos tendimos junto a él, apegando nuestro oído, se
escuchaba desde las profundidades el sonido característico de una gran
correntada de agua…era verdad lo que mi abuelo una cierta noche llena de
estrellas y bajo la luna nos contaba…Caía la tarde, nos reunimos todos,
estábamos completos, algunos de nuestros amigos se quedaban a acampar y una
guitarra comenzó a sonar era la despedida para los que nos regresábamos…todos,
absolutamente todos, agradecimos a nuestro creador su compañía y emprendimos el
regreso…espero algún día volverlo a intentar y realizar nuevamente este
recorrido, pero claro será con distintos actores y si la vida me lo permite, volveré…caso
contrario lo harán, las otras generaciones, mis hijos, o mis nietos los que espero
tomen esa posta como buenos hijos de esta bendita tierra…conociendo Gualaceo
por siempre y para siempre…espero que esta excursión les haya agradado…creo que
valió la pena…llegamos al “enigmático CUZHIN”… hasta pronto
amigos.
A
Gualaceo se puede llegar por vía terrestre. Desde Quito hay una
distancia de 462km y una duración de viaje de 12 horas y, desde Guayaquil 286 km en
5 horas aproximadamente. Desde Cuenca se llega en 25 minutos.
(Esta versión fue mejorada y redactada por el Dr.
Nelson Muy Lucero)
Cuenca, 18 de julio del 2013
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