lunes, 20 de agosto de 2012

“UN DESFILE como Protesta Social en Gualaceo-Azuay

Por: Dr. Nelson Muy Lucero, MD.

Los disturbios o desórdenes sociales son una de las consecuencias de la pobreza. En muchos lugares, los ciudadanos del mundo se reúnen para hacer sentir su voz de protesta. Hace muchos años, por ejemplo, en Gualaceo se organizaba lo que se conocía como “La JUNTA CIVICA CANTONAL “que en su momento se la consideraba como el principal símbolo de la protesta social. En Cuenca, sucedía algo similar con “los paros y las huelgas estudiantiles”.
Los ciudadanos de Gualaceo por aquellos años estaban sumidos en la pobreza,  por la falta de oportunidades de trabajo, estaban obligados a participar de la “gran industria de la migración”....abandonando nuestro pueblo para desde lejos aprender a cantarlo para decirle cuanto le queremos y le extrañamos...con sentimientos encontrados al escuchar las sagradas notas de nuestra hermosa música nacional.
En nuestro país, cuando los precios subían, estallaban motines y se hacían presentes las famosas revueltas sociales.
En el CANTON GUALACEO, hace pocos días se realizó un desfile como PROTESTA social, de un pequeño segmento de la sociedad gualaceña, según lo que se escucho debido a la falta de socialización en los cobros por las tasas de mejoras, que se habían ejecutado en beneficio de la ciudad, desde hace algunos años atrás. La falta de liderazgo se hizo evidente y notoria. Este DESFILE fue organizado desde el sector de san francisco hasta el parque central...notándose un cansancio extremo por que en su mayoría fueron ciudadanos de la tercera edad...como resultado una gran pérdida de tiempo, porque no tuvieron eco en resto de la comunidad.
Son prácticamente más allá de los TREINTA AÑOS, que políticamente y en forma sistemática se ha venido luchando en contra de los MISMOS DE SIEMPRE.  Hoy observando como el panorama político ha cambiado, cuento uno por uno a un puñado de desocupados y de aquellos que no les va bien económicamente en su PROFESION, que desde ya se encuentran aprendiendo a hacer protagonismo, quizás buscando les den una oportunidad, para pescar a río revuelto “un carguito de representación popular”, por supuesto con buen sueldo...pero como este pobre pueblo se ha vuelto ciego, sordo y mudo, seguirá cayendo en aquella red de los que les gusta ganar “dinero fácil”, incrustándose en el ruedo politiquero.
Existe otro grupúsculo en este cantón,  a los que yo los denomino “LOS COMODINES”, que son precisamente los clásicos empujadores, de aquellos que lanzan la piedra y esconden la mano...son aquellos oportunistas que siempre buscan un puestito el más cercano posible para sentarse junto a los que en ese momento detentan el poder seccional... ¿pues no me comprenden?...hablaré clarito, son aquellos a los que les encantan FIGURAR y tomarse fotografías para mostrarse como si fuesen autoridades.
El último grupo, son todos aquellos que en su gran mayoría los se manifiestan que NO LES INTERESA LA POLITICA Y MUCHO PEOR LA ADMINISTRACION PUBLICA, pero por desgracia en este círculo se encierran los más capacitados y preparados académicamente, JOVENES PROFESIONALES, que deben ser buscados por los representantes o directores de los Partidos y Movimientos políticos, para que nos representen y dirijan los destinos de este PARADISIACO CANTON.
Otro tipo de protesta social o revolución pero más silenciosa es LA DELINCUENCIA. Sin justificar ningún tipo de acto delictivo, pero la delincuencia es una protesta de los pobres contra los ricos. Hace pocos años atrás, se realizó un seminario de Administración Policial en los Estados Unidos y en ese evento se  reconocieron que la ola de delincuencia que se había levantado recientemente tenía que ver  con una profunda crisis económica.
Sin duda, muchos de los disturbios sociales son producto de esta gran herida de la humanidad: la pobreza, una herida que aparentemente no tiene cura.
No obstante, no se debe desestimar los esfuerzos que muchas organizaciones no gubernamentales y algunas gubernamentales están realizando. Cada uno hace bien en replantearse hasta que grado podemos participar en contrarrestar la pobreza extrema e infrahumana.
lunes, 20 de agosto de 2012
 

viernes, 10 de agosto de 2012

“LAS VACACIONES y los infaltables BOHEMIOS...”

RECORDANDO LOS VIEJOS TIEMPOS:

Por: Dr. Nelson Muy Lucero, MD


Por allá en aquellos tiempos, vale la pena desempolvar los recuerdos... Los últimos días de julio junto a los meses de agosto y septiembre se repetían cada año las infaltables vacaciones...desde la niñez jugueteando contra el tiempo...asoma deslumbrante la adolescencia, pero llena de interrogantes sin respuestas...los amigos...allí están tejiendo amistad, durante el día practicando el mejor deporte  y por la noche una caminata por el pueblo, nos convocábamos mediante los clásicos e identificadores silbidos cuyo eco se escuchaba a varias cuadras a la redonda como incitando a los amigos, que llegó la hora de reunirnos... el frío intenso de la noche y madrugada obligaba a buscar refugio por unas horas en alguna  de aquellas cantinas popularmente conocidas...aquellas noches de bohemia se constituyeron en una verdadera filosofía de vida; fuimos cómplices de aquellos amaneceres, al que le robábamos hasta el último minuto, para dedicarle hermosas melodías con  nuestras especiales y particulares voces en compañía de hábiles artistas y la infaltable guitarra nuestra dulce compañera...se entonaban de todo y para todos los gustos...desde aquellos empolvecidos boleros hasta los tan nuestros yarabís,  valsecitos, boleros o pasillos, que los cantábamos con alma, vida y corazón...desde aquellos rinconcitos “las cantinas de mi pueblo” se sentía y se vivía la música.
Fueron tantas las noches y fueron tantos los amigos que compartimos esas horas de dulce BOHEMIA, fueron lugares en donde se derrochaba la amistad y al agotarse los improvisados temas del conversatorio, aparecían los momentos para el chisme y la mentira...terminábamos siempre lanzando una proclama nuestro amor por la vida, la misma que se impregnó en el subconsciente de todos quienes tuvimos la suerte de conocernos y sentarnos alrededor de una mesa en la penumbra de aquel escondido lugar.

Una desbordante  y contagiosa alegría, pero también a veces nostálgica, nos regalábamos aquellos instantes privilegiados por alzar ” la copa de un buen trago”, el mismo que se convertía en el puente cómplice por el que se transitaba acompañado del compas y ritmo de un sentido yaraví que nos hacía entonar emocionados...Los jilgueros(tema preferido)...cuyo estribillo...” juntos nacieron en el ramaje, donde se criaron, en dulce unión...” que todos repetíamos para golpear fuerte al corazón y así aflorar los sentimientos, que en muchos de los presentes, sus escondidos recuerdos y desengaños amorosos, se transformaban fácilmente en lágrimas inocultables del momento...”

Juntos aprendimos que esta vida estaba hecha de bellos y cruciales momentos, pero de cosas simples; sin descuidar nuestra espiritualidad para no caer bajo el peso de las cosas materiales, porque aquello podría asfixiarnos para no dejarnos ser libres...si la parca se presentara de improviso había que salir a recibirle ágilmente y sin miedos, porque aprendimos que a la vida hay que saber disfrutarla, sin dedicación exclusiva en la acumulación de lo material, de títulos, resentimientos, posesiones inútiles, sentimientos de culpa. Por todo lo que les he contado, en la vida cobra sentido aquella canción de Alberto Vázquez “el pecador...” Por eso digo a la juventud...”pero a ella no le dejarán sufrir”.
Jamás me avergonzaré de haberles contado que fui parte de aquellos bohemios, pero de los incorruptibles, de los que siempre fueron dueños de un espíritu libre, de sonrisa espontanea, de alegría contagiosa y de soñadores empedernidos;  siempre listo para extender mi mano al amigo y a quién lo necesite. Fueron épocas donde era dueño de mi propia proclama, de aquella que siempre fue de rebeldía, porque aquella siempre fue mi actitud frente a la vida y la sociedad que participaba.
De aquellos que si fuimos amigos, quedó como una sinfonía inconclusa de canciones, de solidaridades,  de bondades y de amaneceres, de sueños y fantasías, de poemas y de amistades, de celebraciones y recuerdos.
Son las noches de los san viernes”, que los recuerdos fluyen de mi mente en toda su plenitud, dejándome como legado aquel arte en las voces de la amistad y el sonido armonioso de la guitarra, de todos aquellos que  celebramos nuestra existencia profundamente, compartiendo una inclaudicable amistad, gracias a aquellas noches de la juvenil bohemia...
¡Gracias a todos aquellos, que aún conservan mi amistad!

Cuenca,  08 de agosto del 2012