jueves, 4 de junio de 2015

Todavía respiro...junto a mi pueblo...

Fue una época donde el deporte HABLABA POR MI PUEBLO

Dr. N. E. Muy Lucero, MD

NUESTRO PUEBLO heredero del “desvalijado oro” del Santa Bárbara…sumido en la pobreza castellana desde aquellas aciagas épocas los jóvenes del ayer se dieron cita para encontrarse en el tiempo perdido con momentos alegres para desencadenar frenéticamente su deporte preferido.

El equipo “de mi pueblo”, habría comenzado a organizarse y ya contaba con una legión de fanáticos que seguían al equipo a todos los compromisos dentro y fuera del pueblo. Se me viene a la memoria algunos fanáticos que tenían el privilegio de viajar con el equipo, pero que en su vida no ha jugado, peor aún haber tocado una pelota, pero siempre se metían entre los jugadores para la foto del recuerdo.


Foto del recuerdo nº 1

Ha llegado el momento esperado, el estadio resaltado con rayas blancas de cal, un marco impresionante de público y “La Banda de Pueblo” que no podía faltar en el ceremonial deportivo, fueron siempre el alma de la fiesta. Luego de un momento de silencio, los aplausos dejándose escuchar el tono de la marcha clásica de entrada de los equipos, con un trotecito “plantilloso” sacado pecho se disponían los jugadores formando un ruedo en el centro de campo y llenos de euforia se predisponían a lanzar el grito de triunfo para sus equipos.

Aquellos jugadores de la “vieja guardia” más flacos que el “carrizo de nuestras quebradas” sudaban la camiseta, fueron unas fieras en el campo de juego, todos “graduados en la vieja universidad de la vida” y se creían conocedores a profundidad de los secretos del fútbol, de sus estrategias, pero poseedores de aquella casta de vencedores que todos encendían otros más y otros menos su chispa de habilidad.

Pero vale pena resaltar que la mayoría de deportista no estábamos federados, pero os puedo asegurar que si existió una época que para formar parte del elenco deportivo había que pertenecer a la elite ilustrada, y ser parte de las vacas sagradas, para acceder al equipo titular. Muchos desconocían los entretelones de la existencia de esos personajes, o si la conocen, no saben el alcance que llegaron a tener en sus diferentes actividades.


Foto de recuerdo nº 2

En este rincón azuayo, surgieron hombres y valiosas mujeres deportista que sobresalieron en las diferentes disciplinas deportivas, contribuyendo por ellos mismos a la grandeza  y superación de este pueblo.  Hoy estoy sintiendo la necesidad impostergable de mencionar a todos los deportistas sin omisión alguna en su trayectoria “liguista” pero por temor a olvidarme algunos de sus nombre no lo hago para que su gente los recuerden a todos por igual y que vuelvan a vibrar de emoción con aquellos triunfos y derrotas.

El fútbol otra de mis pasiones deportivas significo para mi aquella convivencia, remembranza y amistad, y eso tiene que ver con esta capacidad de salir al barrio y convivir con los amigos, reencontrarse con viejas amistades y porque no decirlo con viejas leyendas.
-A alguien le escuche decir, que el futbol es una religión sin dios.
-En el fútbol se exterioriza el alma de jugador
-En cualquier partido de potrero los que juegan arriesgan más.

A mucha honra soy uno más de los jugadores que crecieron en los potreros gualaceños. Es decir participe de una época donde el deporte no estaba en pocas manos, es decir en el poder de la industria o de la gente de dinero.
Jueves, 4 de junio de 2015