jueves, 22 de agosto de 2013

"MI ABUELO...y mi pueblo VIEJO"




RECORDANDO LOS VIEJOS TIEMPOS

“SIGUIENDO LAS HUELLAS DEL PASADO… EL PUEBLO VIEJO DE GUALACEO…”

Por: Dr. Nelson Muy Lucero MD

Era una noche cuando niño, sentado en un pedazo de tronco “como banco”, rodeado por las sombras de la noche y cobijado por la luz brillante de la luna llena y que gracias a ella podía divisar a lo lejos las diversas formas que nos daban las sombras, que solo mi mente las captaba creativamente…la curiosidad me vencía, pero al acercarme asombrado observaba que no había nadie y que solo fue una ilusión y en su lugar estaba un árbol o un arbusto cualquiera.

En más de una ocasión me narraron que muchos fueron los hombres y mujeres de este pueblo mediante “mingas”  con dinamita, pico, barreta y pala se abrieron un paso carrozable hasta el sector del descanso, porque viajar a Cuenca antes de aquello era una verdadera odisea y se requerían de muchas horas de viaje.
Los hombres de este pueblo viajaban rumbo al  Oriente, Mendez, incluso hasta Zamora, en calidad de mineros, llegando especialmente al río negro, donde asentaban sus campamentos, pasando largos meses para conseguir el preciado “polvo de oro”, con el que regresaban para ser comercializado a los joyeros o comerciantes que llegaban a este pueblo.

En el entorno familiar y social se comentaba, que en cierta ocasión en el puente Velasco Ibarra un grupo de “amigos”, le esperaron por largas horas a un viejo minero su arribo, para llevarle a una fiesta, que lo organizaron en su honor, para darle la bienvenida, esto ocurría días antes de los carnavales…el conocido minero embriagado durante el baile le pidió permiso a una hermosa mujer, para regarle sobre su cabellera polvo de oro, aceptando gustosamente sin enojarse…luego de cada baile con el viejo minero, la distinguida dama, se daba tiempo para ausentarse a su recamara y sobre su mesa tocador con el peine hacer caer y recoger el preciado “polvo de oro”…luego de dos días de festejos, el minero llegaba a su hogar, con una pequeña reserva que lo tuvo a buen recaudo, pero sin la mayor parte del producto que tanto esfuerzo le había costado obtener.

Los maestros joyeros estaban en Gualaceo y enseñaban este arte a muchos alumnos entre los que se destacaron algunos jóvenes de Chordeleg.

Un día por nuestra campiña: De niños corríamos ágilmente esquivando los obstáculos y sobre los pedregales, trepándonos los arboles y viendo el volar de las golondrinas, los allpulpis, las tórtolas, los chugos y los chirotes, admirando el colorido plumaje de los quindes con su afilado y largo pico. Inquietos e incansables nos resbalábamos, caíamos y nos levantábamos, con los codos y rodillas “rasmillados”…mientras aquella madre nos gritaba “mira por donde andas” cada vez que nos tropezábamos.
Eran incontables los caminitos llamados ”portillos” llenos de kikuyo para el paso obligado del transeúnte, , mientras a sus lados, generosamente crecían los pencos, las moras, las retamas, el chillco y el sauco, así como los arboles de guaba, el capulí y el cañaro. 

El chillco, con sus ramajes que no se quebraban fácilmente, se dice que es una planta de los páramos, por ser muy resistente a los fríos y heladas. En nuestro pueblo fue utilizado y conocido “como la escoba de los panaderos” y de los “barrenderos”.

 El penco blanco casi todos lo sembraban, porque era utilizado como “el jabón de la lavandera”.
En las casas de mi pueblo viejo, se cocinaban con leña sobre tierra con las piedras de cangao, conocidas como “tullpas” o en fogones construidos con adobes, en su base con cal y ladrillo; las ollas de barro en sus diferentes tamaños, la cuchara de palo, la cuchara “mama”, los tiestos y cedazos eran los utensilios que no podían faltar para la demostración de las habilidades del ama de casa en la preparación del exquisito arte gastronómico del pueblo.

Los sábados, las mujeres madrugaban, era considerado un día especial para “bajar al río”, tenían su puesto y conocían su piedra para lavar la ropa, para luego ser tendida sobre los alambrados o los pencos existentes en las orillas. En las tardes al finalizar su faena, se completaba con el baño ceremonial y familiar, las mujeres bajo sus “camisones” y los niños desnudos con sus gritos de alegría, lo cual fue tradicional y característico de las playas del “río gualaceño”. 

Todo esto me parece que nuestras abuelas inventaron el pasado y ya no están para aseverar lo comentado.
Tanto en las casas como en las iglesias con sus torres se evidenciaban vestigios de la cultura española. Los primeros pobladores datan de la época colonial, por el trazado de sus estrechas calles, los muros de su antigua iglesia, cementerio y los trazados de sus acequias que recorrían  bordeando la calzada.  Los diferentes colores y el blanco predominantemente y la cal continúan dando color al paisaje en cada una de las paredes, fachadas que sobreviven al paso del tiempo y las que quedan en pie.

Gualaceo no tenía arquitectos, pero era dueña de una arquitectura tradicional. Sus casas de bahareque (tierra, carrizo, palo y cabuya) construidas sobre pilastras de “madera de cerro”, dirigidos por el más experimentado conocido como “el maestro mayor”, con dos hasta tres patios interiores, con un árbol frondoso (frutal u ornamental)en el centro del primero y un horno de leña en el último, al final de tanto esfuerzo, llegaba la ceremonial “puesta de la cruz” a cargo de los padrinos de la casa terminada,  aquí es donde hacían su vida diaria, eran realmente hermosas construcciones, yo viví en una de ellas en un sitio céntrico de esta urbe. Esas casas antiguas y sus calles empedradas de mi pueblo viejo, me traen un nostálgico recuerdo. 

Cuando la explotación del oro se esfumo, Gualaceo fue condenado al abandono, simulando ser un “pueblo fantasma” cumpliendo con su destino el calificativo lo soporto por infinito tiempo.
Gualaceo fue uno de los pueblos que con su entrono natural cautivante junto a la belleza y virtudes de sus mujeres, lograron impresionar e  impregnar de inquietud al visitante…que al final volvía para quedarse enamorado.

En el pasado educativo -recuerdan sus alumnos- los hermanos cristianos, realizaban gymcanas, basados con juegos en la naturaleza y el reconocimiento de las flores y plantas que habían visto en sus excursiones por el camino. 

Tal vez hayan algunos que ignoren el motivo y origen de “las romerías”, ya que no hay ningún testimonio escrito, pero se cuenta que allá através de los tiempos, al propagarse por la zona epidemias, los vecinos del pueblo para hacer remitir esas enfermedades se ofrendaban “de por vida” a la Virgen o a los santos en romería jurándole que su devoción la llevarían año tras año, con fuegos artificiales y acompañados de una banda de músicos del pueblo.

En mi pueblo viejo es como si “la presencia del pasado” se hubiera alejado de repente entre las nieblas del tiempo. Pero hoy Santiago de Gualaceo es un tipo de pueblo diferente y su gente, de alguna manera, una gente diferente. Mientras transcurre el tiempo observamos a muchos jóvenes, que claramente no eran del pueblo, con peinados y atuendos de moda, cruzando arriba y abajo las subidas y bajadas de las calles del pueblo en bicicleta, motos y carros con música estridente… Aquellos venían desde la urbanización del otro lado de la carretera o del río, me dije: ¿forasteros?…El último verano, habían más forasteros en el pueblo que nunca habían habido antes, más coches zumbando a toda pastilla, lo suficiente para sentir que, al menos durante el verano, el pueblo ya no pertenecía a sus auténticos propietarios…pensaba, pero la realidad era diferente, en este pueblo desde la “tragedia de la Josefina” se intensifico haciendo su aparición los nuevos habitantes…los nuevos vecinos, que llegaron del campo a la ciudad.

Hoy en día al evocar el pasado y la historia que allí ocurrió como tratando de escuchar e intentar ver las almas que allí vivieron y murieron solo recordamos ruinas, sobre la historia de nuestros antepasados, de su pueblo y su cultura.

“Cuando tu vuelvas, increíblemente ya no veras el pueblo que dejaste, a cambio tendrás una ciudad pero diferente…”

                                                                                                                          Cuenca, 22 de agosto del 2013

miércoles, 14 de agosto de 2013

"puchica"...que bello es regresar al pasado...




RECORDANDO LOS VIEJOS TIEMPOS

“LOS JOVENCITOS DE MI PUEBLO…”

Por Dr. Nelson Muy Lucero MD

Los tiempos han pasado inexorablemente, pero los recuerdos van quedando y los días vividos en esa época producen una envidia generacional. Los reencuentros con los viejos amigos, son oportunidades para invitarnos a tomar un “vino de los añejados” para rememorar los viejos tiempos; mágicamente en forma espontánea se comienza a desovillar el hilo del recuerdo desde la madeja de anécdotas y sin prejuicios a más de uno de los presentes se les arranca una carcajada de alegría, por las anécdotas traídas a escena. Es por eso que todos coincidimos que la época juvenil ha sido la mejor de todas, pero si preguntáramos a los jóvenes sin detenerse a pensar nos manifestarían que su mejor época fue la escolar.

Hoy amanecí con la idea de pretender hablar de aquellas ocasiones cuando los cuarentones y cincuentones “añejados”,  se ponían nerviosos, taciturnos, con el corazón palpitante incluida la pérdida del apetito, conforme iba llegando la hora…si señor la hora de las serenatas…unos con un destartalado tocadiscos “que todavía funcionaba” con las pilas “las del gato” everiady o las rayo-vac…otros reunidos en “galladas” para hacer cantar en persona al amigo vocalista (que se la pasaba todo el año, ensayando y gravándose en su mente letras y ritmos de canciones preferidas para esas ocasiones especiales), pero por supuesto con el infaltable acompañamiento de los “maltratados” guitarristas. Otros se las ingeniaban para recolectar el dinero suficiente incluyendo la rotura de su alcancía “el chanchito de sus ahorros“ para darse el lujo de contratar a la “Orquesta Saquicela”, la orquesta de los Hnos Tapia, la Orquesta los Dinámicos, a cuyo director tanto lo recordamos Dn. Augusto Chocho (+)…La parca a la mayoría de estos joviales hombres nos lo arrebato tempraneramente, llevándoselos para ser parte de la sinfonía de recuerdos desde el mas allá…Estas orquestas con sus instrumentos musicales y el infaltable motor a gasolina, se acompañaban de los artistas de la cuerda, junto a los vocalistas, cuyos ecos de sus voces todavía resuenan en nuestros oídos, voces melodiosas del recuerdo como las del “Rigo” Rodas, Serbio Cabrera(+), que también cantaba en Dúo con el Sr. Bolívar Ayala…los recuerdos fluyen y allí están más voces como las de Nelson Cuesta, Hugo Jara, Mayra Cando y Nicandro Vázquez, etc.…grandes son los artistas del saxofón: el maestro Muy, Florencio Vera…de la concertina y el acordeón…los hermanos Julio y Manuel Guaraca (+) y Guillermo Matute, quien actualmente triunfa con su arte en la ciudad de los rascacielos EEUU. 

Las canciones del ayer fueron interpretadas una a una, por sus cultores, los bailables, los albazos, los sanjuanitos, las cumbias, los pasodobles, las rancheras, los valsecitos criollos de esta tierra, las baladas, durando, hasta que la trasnochada fiesta o los eventos sociales llegaban a su final cantando y llorando con la tristeza de los pasillos  y las canciones de los andes… ¡una copa más!…¡un canelazo!...Mientras esto ocurría por allá,  al otros lado de mi pueblo, se encendía la reunión de amigos para hacer música, con la guitarra afinada y el infaltable “elixir de la verdad” pedidas popularmente en las cantinas del pueblo como “véndame un cuarto y cola”  que luego de la segunda copa, hacía cantar al más mudo y tímido del grupo…este suceso eran casi todos los fines de semana y los tiempos de vacaciones escolares… las “galladas” se identificaban con distinto tono de silbido de los personajes parados en las esquinas convocándose para reunirse en determinado lugar y contarse las últimas novedades, los cachos y los chismes, como pretexto para escucharles tocar y cantar  con sentimiento delirante a Segundo Ullauri(+), al “patachin” Milton Cabrera, al “antuco” Galarza, al Dr. Arias, el odontólogo del pueblo, al “rapadura” Tarquino Vázquez, al poco hábil “avicho” Galarza”, al “pepito” Tapia y al “lluqui” del Gonzalo Lucero, aquellas viejas canciones que se desempolvaban siendo en su momento los éxitos faranduleros que a los “chamacos y chamacas” de aquel entonces les arrancaban más allá de un suspiro…Las noches de boca grande, La vasija de Barro, los jilgueros, el cabañal, el pastor, el pecador, los compadres, la churudita, las canciones de Julio Jaramillo, las rockoleras, las baladas románticas, etc.

Cuanta juventud de aquel entonces no suspiraba por el ser amado escuchando canciones inolvidables como las  de “Cuco” Sánchez…toda una vida… de Alberto Vásquez… el pecador …cuantas lágrimas se derramaban por la amada ausente, quizás por un resentimiento pasajero… tantos fueron aquellos espacios utilizados como “escondrijos”, aquellos “cuchitos” de nuestro pueblo viejo,  testigos mudos de la estancia momentánea de las parejas de enamorados que desfilaron por el tiempo , unas sellando su pacto de amor eterno…como reza la canción…Anillo de compromiso… y otros ausentándose sin saber si volverán… mientras suena la canción en la rockola de la esquina …y volveré…es inevitable poder esconder tanta pena de aquella mujer enamorada…La llorona.

Los años 60 y 70, se constituyeron como la época dorada del romanticismo musical…Las baladas son el más claro mensaje de los corazones enamorados, constituyéndose en el patrimonio intangible de la juventud… Es la música de mi época, los años 60 y 70, con la cual me identifico y que la disfrutamos en Gualaceo y en todo el Ecuador…fue la era del nacimiento de una nueva generación, por ello a todo nivel todavía lo recordamos una a una aquellas melodías, en todos nuestros barrios, Colegios y Universidades, ¡fueron lindos momentos!

La pobreza, los amores y traiciones provocaron la aparición de tantos compositores y genios musicales conformando afamados grupos; ahora por lo menos les recordaré a los más sonados, Bodega , La Pandilla , Los Corvets , Karabana , Los Ranas , Los Errantes , Jimmy Chiriboga ,Tirso Gómez ,Darwin , Darío Javier , música vieja pero ecuatoriana al fin y al cabo.

Los recuerdos imborrables obligaron a un distinguido personaje en una reunión de amigos expresarse de esta manera: ”puchica”…qué bello es regresar al pasado… cuando fui “gogotero”…al escuchar estas baladas…mi deseo es volver a ser joven y este sentimiento creo que algunos y algunas también lo sentirán cuando escuchen cantar a mis artistas favoritos.

No están todas, pero son las que personalmente me impresionaron…ustedes tendrán otra lista de canciones, pero siempre serán las baladas del recuerdo.

Marco Antonio Solís  
·         A SOLAS http://www.youtube.com/watch?v=ffRboA84PUA
·         SI NO TE HUBIERAS IDO http://www.youtube.com/watch?v=Amdw5BbNvTw
Los Corvets,
·         VOY A PINTAR LAS PAREDES http://www.youtube.com/watch?v=bqKUJ35OtuU
Juan Carlos
·         Y NOS LLAMAN LOS PERDIDOS  http://www.youtube.com/watch?v=E4ClpqG-z7Q
Yaco Monti
·         ESTA DORMIDA http://www.youtube.com/watch?v=uufVN9gpYGI
Nino Bravo
·         UN BESO Y UNA FLOR http://www.youtube.com/watch?v=noDco2F0DG8
Los Golpes
·         OLVIDARTE NUNCA http://www.youtube.com/watch?v=jixTt9v8Vc8
Los Galos
·         COMO DESEO SER TU AMOR http://www.youtube.com/watch?v=mCo6OD8FPu8
Los Iracundos
·         PUERTO MONTT http://www.youtube.com/watch?v=5TePzHvg_3g
Leo Dan
·         TE HE PROMETIDO  http://www.youtube.com/watch?v=lQal-KAZ0bQ
El grupo Bodega 
·         EN TU CORAZÓN TENGO UN LUGAR http://www.youtube.com/watch?v=NLWDEHjIl-k
Solera
·         LAS CALLES DEL VIEJO PARIS http://www.youtube.com/watch?v=lUeFeh9KQ3s
Jinsop Ho
·         ESTRELLITA SOLITARIA http://www.youtube.com/watch?v=O3lqwdRC-Eo
·         LA CASA DEL SOL NACIENTE http://www.youtube.com/watch?v=0t5kazrQeuU

Centenares fueron las anécdotas y casi todas con el mismo argumento, las declaraciones de amor, las dedicatorias en tarjetitas bien ilustradas, los piropos (palabras con rima y poetizadas), las canciones basados en temas románticos, las citas amorosas para el encuentro, las cartas, “los chances” a escondidas, las separaciones, las mentiras “piadosas” para salir de casa…todo aquello era debidamente planificado, con los cómplices incluidos.

En nuestro paso por la vida juvenil el recordar canciones es vivir, porque golpearon fuerte a nuestros sentimientos de adolescentes, en esos tiempos siendo caminantes por las polvorientas calles de nuestra pequeña urbe escuchábamos de paso el comienzo romántico del ayer...Algo comenzó a suceder en su interior cuando le vio a aquella chica y no sabía siquiera su nombre…pero ya sus sentimientos le cantaban…Como deseo ser tu amor...luego la presentaron y de tanto conversar el conquistador le convenció, diciéndole…Tú llegaste cuando menos te esperaba…por amor se desafiaba al mundo entero y para que todo el mundo se enteren …Voy a pintar las paredes… la intensidad de ese amor llegaba al clímax, no les importaban nadie ni nada, digan lo que digan, eran dos seres que nacieron para amarse…Y nos llaman los perdidos… pero de pronto no todo era color de rosa, la envidia, los chismes, los cuentos, provocaron resentimientos y sin saber porque…de manera fugaz  llegaba la separación, ella furiosa repetía…Vete ya…pero aquel hombre herido sentimentalmente y lleno de orgullo le decía…podrás olvidarme, pero de lo que hicimos jamás...antes de ausentarse, en la radio local le dedico una complacencia musical con el tema…Olvidarte nunca…pasaron los días, semanas o quizás meses, el donjuán regresaba para preguntarle…quien tiene tu amor…al seguir su camino y al virar la esquina se quedo estupefacto, con aires de incredulidad…miraba y en voz bajita acepto diciendo…otro ocupa mi lugar…era contundente lo que había presenciado, se dejó vencer… tratando de ignorar, tomo su mochila viajera, retornando a la gran ciudad…sorprendido su mejor amigo le preguntó…acaso no te marchaste a recuperar lo que habías dejado en tu pueblo…él muy triste le respondió…es que…murió la flor.

Los telegramas servían de comunicación de pueblo en pueblo, los padres de una novia, la sacaron del pueblo porque no era de su agrado esa relación sentimental  y le enviaron de viaje hacia una población lejana y costanera…tanto era el amor de aquel joven gualaceño trabajando día y noche, logró reunir todo lo que pudo para hacer el gran viaje y rescatar a su amada…los familiares de la novia al enterarse que el mozalbete viajaba, se les ocurrió enviar a sus familiares un telegrama…¡ el demonio va en camino, cuidado que le dejen ver…! Al final…el amor triunfó en la troncal, terminando su historia en matrimonio.

¡Oh Juventud gualaceña! …pasajera del tiempo, dueña de ilusiones, a pesar de cobijar tristezas, jamás dejarás de sonreír, y a pesar que en tu alma se anide el dolor…la música y sus intérpretes siempre serán tu pasión.

Cuenca, 14 de agosto del 2013