RECORDANDO
LOS VIEJOS TIEMPOS
“LOS JOVENCITOS DE MI PUEBLO…”
Por Dr. Nelson
Muy Lucero MD
Los
tiempos han pasado inexorablemente, pero los recuerdos van quedando y los días vividos
en esa época producen una envidia generacional. Los reencuentros con los viejos
amigos, son oportunidades para invitarnos a tomar un “vino de los añejados” para
rememorar los viejos tiempos; mágicamente en forma espontánea se comienza a
desovillar el hilo del recuerdo desde la madeja de anécdotas y sin prejuicios a
más de uno de los presentes se les arranca una carcajada de alegría, por las anécdotas
traídas a escena. Es por eso que todos coincidimos que la época juvenil ha sido
la mejor de todas, pero si preguntáramos a los jóvenes sin detenerse a pensar
nos manifestarían que su mejor época fue la escolar.
Hoy amanecí
con la idea de pretender hablar de aquellas ocasiones cuando los cuarentones y
cincuentones “añejados”, se ponían
nerviosos, taciturnos, con el corazón palpitante incluida la pérdida del
apetito, conforme iba llegando la hora…si señor la hora de las serenatas…unos
con un destartalado tocadiscos “que todavía funcionaba” con las pilas “las del
gato” everiady o las rayo-vac…otros reunidos en “galladas” para hacer cantar en
persona al amigo vocalista (que se la pasaba todo el año, ensayando y gravándose
en su mente letras y ritmos de canciones preferidas para esas ocasiones
especiales), pero por supuesto con el infaltable acompañamiento de los “maltratados”
guitarristas. Otros se las ingeniaban para recolectar el dinero suficiente
incluyendo la rotura de su alcancía “el chanchito de sus ahorros“ para darse el
lujo de contratar a la “Orquesta Saquicela”, la orquesta de los Hnos Tapia, la
Orquesta los Dinámicos, a cuyo director tanto lo recordamos Dn. Augusto Chocho
(+)…La parca a la mayoría de estos joviales hombres nos lo arrebato
tempraneramente, llevándoselos para ser parte de la sinfonía de recuerdos desde
el mas allá…Estas orquestas con sus instrumentos musicales y el infaltable motor
a gasolina, se acompañaban de los artistas de la cuerda, junto a los
vocalistas, cuyos ecos de sus voces todavía resuenan en nuestros oídos, voces melodiosas
del recuerdo como las del “Rigo” Rodas, Serbio Cabrera(+), que también cantaba
en Dúo con el Sr. Bolívar Ayala…los recuerdos fluyen y allí están más voces como
las de Nelson Cuesta, Hugo Jara, Mayra Cando y Nicandro Vázquez, etc.…grandes
son los artistas del saxofón: el maestro Muy, Florencio Vera…de la concertina y
el acordeón…los hermanos Julio y Manuel Guaraca (+) y Guillermo Matute, quien
actualmente triunfa con su arte en la ciudad de los rascacielos EEUU.
Las
canciones del ayer fueron interpretadas una a una, por sus cultores, los
bailables, los albazos, los sanjuanitos, las cumbias, los pasodobles, las
rancheras, los valsecitos criollos de esta tierra, las baladas, durando, hasta que
la trasnochada fiesta o los eventos sociales llegaban a su final cantando y
llorando con la tristeza de los pasillos
y las canciones de los andes… ¡una copa más!…¡un canelazo!...Mientras
esto ocurría por allá, al otros lado de mi
pueblo, se encendía la reunión de amigos para hacer música, con la guitarra afinada
y el infaltable “elixir de la verdad” pedidas popularmente en las cantinas del
pueblo como “véndame un cuarto y cola” que luego de la segunda copa, hacía cantar al
más mudo y tímido del grupo…este suceso eran casi todos los fines de semana y
los tiempos de vacaciones escolares… las “galladas” se identificaban con
distinto tono de silbido de los personajes parados en las esquinas convocándose
para reunirse en determinado lugar y contarse las últimas novedades, los cachos
y los chismes, como pretexto para escucharles tocar y cantar con sentimiento delirante a Segundo
Ullauri(+), al “patachin” Milton Cabrera, al “antuco” Galarza, al Dr. Arias, el
odontólogo del pueblo, al “rapadura” Tarquino Vázquez, al poco hábil “avicho”
Galarza”, al “pepito” Tapia y al “lluqui” del Gonzalo Lucero, aquellas viejas
canciones que se desempolvaban siendo en su momento los éxitos faranduleros que
a los “chamacos y chamacas” de aquel entonces les arrancaban más allá de un
suspiro…Las noches de boca grande, La vasija de Barro, los jilgueros, el
cabañal, el pastor, el pecador, los compadres, la churudita, las
canciones de Julio Jaramillo, las rockoleras, las baladas románticas, etc.
Cuanta
juventud de aquel entonces no suspiraba por el ser amado escuchando canciones
inolvidables como las de “Cuco” Sánchez…toda
una vida… de Alberto Vásquez… el pecador …cuantas lágrimas se
derramaban por la amada ausente, quizás por un resentimiento pasajero… tantos
fueron aquellos espacios utilizados como “escondrijos”, aquellos “cuchitos” de
nuestro pueblo viejo, testigos mudos de
la estancia momentánea de las parejas de enamorados que desfilaron por el
tiempo , unas sellando su pacto de amor eterno…como reza la canción…Anillo
de compromiso… y otros ausentándose sin saber si volverán… mientras
suena la canción en la rockola de la esquina …y volveré…es inevitable
poder esconder tanta pena de aquella mujer enamorada…La llorona.
Los
años 60 y 70, se constituyeron como la época dorada del romanticismo musical…Las
baladas son el más claro mensaje de los corazones enamorados, constituyéndose
en el patrimonio intangible de la juventud… Es
la música de mi época, los años 60 y 70, con la cual me identifico y que la
disfrutamos en Gualaceo y en todo el Ecuador…fue la era del nacimiento de una
nueva generación, por ello a todo nivel todavía lo recordamos una a una
aquellas melodías, en
todos nuestros barrios, Colegios y Universidades, ¡fueron lindos momentos!
La pobreza,
los amores y traiciones provocaron la aparición de tantos compositores y genios
musicales conformando afamados grupos; ahora por lo menos les recordaré a los
más sonados, Bodega , La Pandilla , Los Corvets , Karabana , Los Ranas , Los
Errantes , Jimmy Chiriboga ,Tirso Gómez ,Darwin , Darío Javier , música vieja
pero ecuatoriana al fin y al cabo.
Los recuerdos
imborrables obligaron a un distinguido personaje en una reunión de amigos
expresarse de esta manera: ”puchica”…qué bello es regresar al pasado…
cuando fui “gogotero”…al escuchar estas baladas…mi deseo es volver a ser joven
y este sentimiento creo que algunos y algunas también lo sentirán cuando
escuchen cantar a mis artistas favoritos.
No están todas, pero son las
que personalmente me impresionaron…ustedes tendrán otra lista de canciones,
pero siempre serán las baladas del recuerdo.
Marco Antonio Solís
Los Corvets,
Juan Carlos
Yaco Monti
Nino Bravo
Los Golpes
Los Galos
Los Iracundos
Leo Dan
El grupo Bodega
Solera
Jinsop Ho
Centenares
fueron las anécdotas y casi todas con el mismo argumento, las declaraciones de
amor, las dedicatorias en tarjetitas bien ilustradas, los piropos (palabras con
rima y poetizadas), las canciones basados en temas románticos, las citas
amorosas para el encuentro, las cartas, “los chances” a escondidas, las
separaciones, las mentiras “piadosas” para salir de casa…todo aquello era
debidamente planificado, con los cómplices incluidos.
En
nuestro paso por la vida juvenil el recordar canciones es vivir, porque
golpearon fuerte a nuestros sentimientos de adolescentes, en esos tiempos siendo
caminantes por las polvorientas calles de nuestra pequeña urbe escuchábamos de
paso el comienzo romántico del ayer...Algo comenzó a suceder en su interior
cuando le vio a aquella chica y no sabía siquiera su nombre…pero ya sus
sentimientos le cantaban…Como deseo ser tu amor...luego la
presentaron y de tanto conversar el conquistador le convenció, diciéndole…Tú
llegaste cuando menos te esperaba…por amor se desafiaba al mundo entero
y para que todo el mundo se enteren …Voy a pintar las paredes… la intensidad
de ese amor llegaba al clímax, no les importaban nadie ni nada, digan lo que
digan, eran dos seres que nacieron para amarse…Y nos llaman los perdidos…
pero de pronto no todo era color de rosa, la envidia, los chismes, los cuentos,
provocaron resentimientos y sin saber porque…de manera fugaz llegaba la separación, ella furiosa repetía…Vete
ya…pero aquel hombre herido sentimentalmente y lleno de orgullo le decía…podrás
olvidarme, pero de lo que hicimos jamás...antes de ausentarse, en la
radio local le dedico una complacencia musical con el tema…Olvidarte nunca…pasaron
los días, semanas o quizás meses, el donjuán regresaba para preguntarle…quien
tiene tu amor…al seguir su camino y al virar la esquina se quedo
estupefacto, con aires de incredulidad…miraba y en voz bajita acepto diciendo…otro
ocupa mi lugar…era contundente lo que había presenciado, se
dejó vencer… tratando de ignorar, tomo su mochila viajera, retornando a la gran
ciudad…sorprendido su mejor amigo le preguntó…acaso no te marchaste a recuperar
lo que habías dejado en tu pueblo…él muy triste le respondió…es que…murió
la flor.
Los
telegramas servían de comunicación de pueblo en pueblo, los padres de una
novia, la sacaron del pueblo porque no era de su agrado esa relación
sentimental y le enviaron de viaje hacia
una población lejana y costanera…tanto era el amor de aquel joven gualaceño
trabajando día y noche, logró reunir todo lo que pudo para hacer el gran viaje
y rescatar a su amada…los familiares de la novia al enterarse que el mozalbete
viajaba, se les ocurrió enviar a sus familiares un telegrama…¡ el demonio va en
camino, cuidado que le dejen ver…! Al final…el amor triunfó en la troncal,
terminando su historia en matrimonio.
¡Oh
Juventud gualaceña! …pasajera del tiempo, dueña de ilusiones, a pesar de
cobijar tristezas, jamás dejarás de sonreír, y a pesar que en tu alma se anide
el dolor…la música y sus intérpretes siempre serán tu pasión.
Cuenca,
14 de agosto del 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario