lunes, 13 de octubre de 2014

De excursion en el QUILOTOA



LA LAGUNA DEL VOLCAN QUILOTOA
Realmente la experiencia fue única…


Por Dr. Nelson Muy Lucero MD




Invitado por mi hijo el Arq. Nelson Muy Cabrera, el viernes 10 de Octubre en las primeras horas de la mañana, partimos desde la ciudad de Ambato, rumbo a la capital de Cotopaxi. Latacunga viene de dos voces quichuas llacata kunka que significa Dios de las Lagunas.

Desde aquí bajo el frío de la mañana nuestra aventura empezó. Al entusiasmo de siempre se unió la expectativa…Ávidos de conocer diferentes parajes y experimentar nuevas sensaciones, el vehículo de cuatro ruedas (el Nissan frontier) partió…atravesando pequeños poblados llegamos a Quilotoa. Cuentan que el Quilotoa proviene del quichua, y que quiere decir dientes de la princesa (quiru-toa). Se dice que el sitio fue una de las últimas moradas de Atahualpa y que las montañas son sagradas.

Esta laguna, se pertenece a la reserva de los Illinizas, al occidente en la provincia de Cotopaxi. Se habría formado luego de la erupción del volcán Quilotoa que habría ocurrido en el siglo XIII de nuestra era.

Esta enorme e impresionante laguna del volcán Quilotoa, con unos 250 metros de profundidad de aguas azufradas y el color de sus aguas de un brillante verde turquesa, se debe presumiblemente a los minerales que emergen de la tierra pintando el agua de lluvia que ha sido retenida durante milenios por los paredones de la agreste roca andina que forman la caldera de este volcán, siendo uno de los paisajes más sorprendentes que se encuentra localizada en la parroquia Zumbahua, en la cordillera de los Andes, constituyéndose sin duda en una de las maravillas naturales más hermosas de nuestro Ecuador. Se encuentra en el cráter del QUILOTOA un antiguo volcán que esta encaramado en los 3.900 metros sobre el nivel del mar y con un cráter de unos 2 - 3 km de diámetro aproximadamente.

A pesar de lo inclemente del tiempo que nos rodeaba en la zona, no fue impedimento para acercarnos al borde mismo de la cresta del volcán…El frío de esa mañana y tarde de lluvia, que nos cayó como una desagradable sorpresa, ocasionando que la laguna se oculte tras la niebla, tímida ante los lentes de las cámaras de los turistas y nuestros ojos impacientes por disfrutar del paisaje. Lo primero que logramos divisar, fue el cráter y allá en las profundidades que apenas se podía distinguir, se encontraba una hermosa laguna, que apenas se dejaba ver por la llovizna y nubosidad reinante, y al borde del cráter mientras observábamos la laguna, algunos exclamaban: ¡Qué belleza!, ¡Qué hermosa!, ¡Qué impresionante! fueron algunas de las expresiones que se escucharon; el buen ánimo en los turistas acompañados con breves momentos de silencio al observar con sus propios ojos “lo increíble” y con sus bocas abiertas incluyendo  la mía en particular, muy a pesar de estar un tanto preocupados porque a mi esposa le “agarro” la altura…pero fue momentáneo nuestro alejamiento de la boca del cráter, para dejarla encargando en el interior del potente “Nissan frontier” considerado ese momento como el mejor refugio de mi paciente hasta nuestro regreso…

Luego de recuperdo los ánimos, me decidí aceptar la invitación que sabía a reto…¿PAPI BAJAMOS?...MI RESPUESTA FUE LACÓNICA…CLARO que si  HIJO…¡HAGAMOSLO!… Nos decidimos bajar después de pensarlo, porque nos dijeron que la bajada se lo hacía en 15 o 20 minutos, pero que la subida tardaríamos como mínimo 1 HORA, no lo creíamos pero igual decidimos ver que había abajo....empezamos a caminar con rumbo a lo desconocido, hacia abajo pero llenos de entusiasmo… siempre bajo la atenta mirada de mi hijo, muy pendiente de este veterano de las mil y un batallas por la vida…

El bajar fue divertido… un sendero con rocas, piedras, así como zonas con mucha arena y ceniza donde se puede fácilmente deslizarse como si estuviésemos pisando nieve... continuábamos enfilando el  agreste descenso, hasta que sucedió lo que es usual en esta clase de caminatas…!!ujujuuu..!! Nelson JR… resbaló…un resbalón de mi hijo, que no fue caída, superándose e irguiéndose nuevamente  retomamos el paso dando continuidad a nuestro descenso por ese sendero lodoso de arena y ceniza, cubiertos por un manto tenuemente lluvioso…¡Creo que sí!...En cada centenar de  pasos descubríamos senderos y paisajes increíbles, en ese mágico lugar…ni un segundo de nuestro tiempo parábamos de sorprendernos… a medida que descendíamos, nos divertimos mucho sacando fotos desde distintos ángulos, en aquel inhóspito paraje.

 
 EL CRATER, LA LAGUNA DEL VOLCAN QUILOTOA

Al final llegamos... No hay población alguna ahí abajo…solo visitantes…ni de aquí ni de allá… pero es tan…pero tan grande...... Unos suben a los botes, otros miramos, sin dejar de caminar y observar... El agua es ¡friiia!...fue interesante pero da miedo… No hay nadie…eres como una hormiga en un enorme estadio... es la verdad… Las aguas en esta laguna son tranquilas...No existen peces.

Me hubiese gustado darme la vuelta completa al inmenso cráter, pero nos conformamos con pasear en un segmento de su orilla. Tampoco me di la oportunidad de arrendarme un bote, aunque lo hubiera pensado mucho, por el miedo natural que despierta en mi lo desconocido a las profundidades de ese inmenso lago…Pero con enorme respeto, llegamos con mi hijo Nelson Jr. para descubrirlo, tocarlo y “chapucear” sus aguas…La caminata me parecía alucinante, con nuestra mirada bordeando el volcán, hasta que nos dimos cuenta de lo inmenso que era…el sol hizo su aparición en un momento expectante, durante la caminata corta por esas orillas de la grande y legendaria laguna…solo con mi partida al infinito podré olvidar semejante paisaje, el subir y bajar de la gente, conociendo y gozando del paradisiaco lugar…por un momento, decidimos emprender el regreso, con nuestra mirada puesta en la lejana cima del volcán, rodeados de los paredones existentes en ese agreste paraje, en silencio, cobijados por el envolvente viento frío, me despedí de aquel lugar, agradecido por la oportunidad que me dio la vida de realizar esta última e inolvidable excursión en compañía del primero de mis hijos Nelson JR…la bajada estaba genial, pero la subida será muy dura, pero jamás imposible de lograrlo…si no podemos dominarle a la “cuesta” los caballos serían nuestro auxilio para completar la travesía.

Cuando el sol dejo de brillar, el frío y el viento helaron los huesos, nos marcaron la hora de dejar atrás este mágico rincón de la sagrada laguna, sus leyendas y emprender nuestro retorno, fue cuando recordé la leyenda de aquella historia de amor entre la princesa y su amado cóndor, acompasado con la melodía andina de alegres flautas y charangos, llenando el inerte silencio del páramo, y engalanando la laguna con sus turquesas aguas en las profundidades del cráter del volcán.

Nos regresamos… después de tantas fotos en la laguna y sus parajes… de REGRESO a escalar la montaña... Y ahora suban pues a ver si pueden...creo que los pobres turistas subían 20 metros y descansaban 20 minutos…es que se les hizo tan difícil.... por el camino arenoso, por una gran roca, cediendo en ciertos tramos el camino a las ovejas y yeguas que con sus dueños iban tentándonos de aceptar la promoción “por 5 dólares, suba en caballo y ¡no sufra!, ¡no se canse y disfrute plácidamente en estos cómodos cuadrúpedos!“, otros con una publicidad más agresiva “amiga, vas a morir en medio camino, mejor sube en mula”…al menos para los que al bajar les era tan divertido, aprendieron lo horrendo que ha sido el subir, les escuche decir al rebasarles... En el camino nos encontramos con más turistas que bajaban…sin duda alguna, solo de ver nuestras caras de cansados, parecían que ya no querían bajar...fue tan larga la subida pero muy agradable al fin..... Y más aún la SATISFACCION que se siente al llegar y saber que hemos hecho un largo y un bello recorrido y que lo logramos por completo sin rendirnos jamás...¡Ah! y el haberme hecho más amigo de mi querido hijo..... ¡FUE FANTASTICO!

Quedamos cansadísimos, pero a la vez energizados para seguir aprovechando al máximo la excelente oportunidad que teníamos de recorrer esos recónditos lugares, para uno que llegaba de tan lejos…¡Lo logramos! felices y contentos posamos para la última fotografía esta vez sin resbalones, peor caídas…