martes, 30 de julio de 2013

"Todos los caminos conducen a SANTIAGO DE GUALACEO..."




RECORDANDO LOS VIEJOS TIEMPOS

ANTENA GUALACEÑA
“La voz de los pueblos del sol naciente”
Presenta:
“Un programa educativo, social y cultural, una producción dedicada exclusivamente para usted, con renovado esfuerzo y sentimiento, en el que conoceremos nuestra historia, nuestras costumbres, nuestros problemas regionales y nacionales, coadyuvando siempre con nuestras autoridades en la búsqueda de las soluciones más apremiantes de nuestras comunidades…”
Este programa fue realizado en RADIO CENTRO GUALACEO en el reconocido segmento, ”recordando los viejos tiempos” con el tema:

EL SANTO DE MI PUEBLO

Estas tierras por donde atravieza el RIO SANTA BARBARA,fue en tiempos de la colonia, que arrastraba oro en cantidades increíbles, pronto fue noticia, que se regó por todos los pueblos cercanos y lejanos, llegando hasta los oídos de los europeos, atrayendo a centenares de colonos y sus ansias de riqueza, afincándose en este grande y hermoso valle… llegaron también los frailes predicadores con la doctrina católica, fueron ellos quienes le dieron nombre y lo bautizaron como las tierras de Santiago a Gualaceo -esto sucedió hace mas de 450 años- en plena época colonial.

Esta tradicional fiesta religiosa se mantuvo de generación en generación, gracias a los priostes que en principio fueron los económicamente pudientes del centro cantonal, para posteriormente asignarse a personas que se desempeñaban como líderes de los distintos asentamientos humanos de las montañas, colinas y llanuras que rodeaban a este valle sagrado. Los “cabecillas” de las comunas que gozaban de respeto e influencia en esos asentamientos, eran los que los agrupaban a todos los hombres y mujeres en mayoría de edad y bautizados por la iglesia católica. Fueron múltiples las ocasiones que los frailes, se aprovechaban de la “ingenuidad” para imponer su credo y satanizar a todos aquellos que no comulgaban con sus propuestas, introduciendo el miedo  y haciendo creíble los posibles castigos que llegarían desde el cielo si no cumplían con sus preceptos. Se introdujo la celebración de las fiestas religiosas dedicado a los santos, en este caso la festividad del santo patrono de la villa de “Santiago de Gualaceo”…de aquello se desprende el temor que sentían los “feligreses” y se decía que el santo que era “bravo y castigador”…hasta cierto punto que se veían obligados por estas extrañas circunstancias, de pagar por el favor solicitado o los favores recibidos, llevando sus manos a los bolsillos y entregando como contribución la moneda o el billete de más alta denominación para la iglesia; este aporte económico era conocido en el florido lenguaje de enorme raigambre popular religioso  como “la limosna para el santo” y si no podía entregarse en dinero se lo tenía que hacer en los mejores productos de la cosecha, o con el mejor ganado…etc.”

Es histórico lo que ocurrió en nuestro pueblo hace muchísimos años…Fue mi abuelo Don Salvador Muy Atarihuana, hombre que lideraba gran parte de las comunidades campesinas, “cabecilla” de los priostes de Chicahuiña, Caguazhún, Chichin y gran parte de Jadán, que pasaban las fiestas de “Santiago” del día principal el 24 de Julio, únicamente hasta las 12 de la noche, les estaba permitido velar al santo, porque a partir de esa hora nuevamente el santo tenía que trasladarse al centro cantonal…Santiago el mayor, bajaba forrado de billetes, para ser velado por los “creyentes católicos” que les esperaban al final de una de las calles principales del centro urbano, la calle Loja.

Dejando pasar las fiestas de Julio, luego de una reunión encabezada por Don Salvador Muy A. con todas las comunidades bajo su responsabilidad, decidieron no participar mas como “PRIOSTES DEL DIA MAYOR”, debido a una serie de rumores, que los hizo insostenible e intolerable continuar prestándose para la celebración de estas festividades en conjunto con los priostes del centro cantonal…La reacción del “cura Zamora párroco del Cantón no se hizo esperar, mando a llamar a Don Salvador Muy , quien se presentó con una importante delegación, con honestidad y hombría de bien, le informó al representante de la iglesia católica, la decisión irrefutable de su comunidad, de no participar más con las fiestas santiaguinas del “día principal”…Esto no le gusto “al cura Zamora”” que montando en cólera pretendió agredir con un látigo, al “cabecilla” de esta indigna rebelión según manifestaba, pero los acompañantes de don Salvador impidieron esta agresión y lograron hacer respetar por primera vez en la historia sus propias resoluciones comunitarias…Esta rebelión marco un precedente, para que no vuelva a existir jamás agresiones físicas por parte de los “presbíteros” asignados a nuestro cantón, en contra de sus “súbditos” (se los llamaba así a los fieles católicos).

El festejo a “Santiago Apóstol”, en tiempos de bonanza espiritual, debido también a la fama de castigador y milagroso que era considerado el santo, a pesar de la pobreza de sus “creyentes” fueron enormes los gastos económicos para las demostraciones culturales y artísticas, estas fiestas trascendieron fuera de los limites parroquiales, llegando su popularidad en los confines del austro y la región oriental. Cada año la feligresía aumentaba…una marea humana acompañaban estas festividades y recordamos todavía las millonarias recaudaciones económicas, las mismas que creemos que iban a las arcas de la Iglesia Católica, de un solo mes y sin contar con los aportes de los diezmos y primicias, que se cobraban desde tiempos inmemoriales.

Los creyentes “en los milagros” al ver multiplicada su fortuna, en agradecimiento llegaban por estos lares en “devoción” para entregar al santo lo mejor de su mies, de su hato ganadero: la mejor oveja, el mejor ternero, etc. Lo cierto es que estas fiestas religiosas se fueron extendiendo para todo el mes de Julio, porque todos pretendían ser “el mejor prioste”; el priostazgo se iba heredando en las familias o por un servil encargo, siempre con la venia de la vicaría pastoral.

A pesar de que nos pareciera irreal, pero habían días que salían hasta tres imágenes a distintos lugares, cada uno vestido con vistosos atuendos obsequiados anualmente por la misma feligresía…acompañados con priostes, alumbrantes para la procesión, la banda del pueblo, y el carro de cajón alquilado que transportaba los juegos artificiales y pirotécnicos: el castillo, la vaca loca, los cohetes, las parahuillas, las bengalas, los ratones, enfilaban rumbo a su propia comunidad que esperaban su arribo.

Aquí y allá se prendía la fiesta, la algarabía se desencadenaba; los jovenzuelos a subirse al palo encebado, mientras los cohetes con su eco retumbaban en el firmamento, mientras se prendían la mecha para elevar a los globos con colores llamativos se elevaban llevando las oraciones al cielo…mientras esto sucedía por acá…por allá los adolescentes se ingeniaban buscando aprovechar el momento para lanzar sus primeros dardos de conquistadores a las “güambronas” del lugar, mejor si era la hija del prioste…mientras otros se destacaban desgastando sus energías, en las competencias con los carros de madera, los ensacados o jugando a su deporte preferido “el indor fútbol” el deporte de la pelota chica; mientras en la plaza grande hacían su aparición el “juego de la escaramuza”…llegada la noche, y luego la madrugada el santo era velado con centenares de “velas prendidas”, mientras los billetes con alfileres e imperdibles eran prendidos en el ropaje del “santo patrono”, como le trataba la gente…los músicos no descansaban, la serenata desde las cinco de la mañana marcaba el despertar alegre por ser un día de fiesta…entre trasnochados y “chuchaques” , mas dormidos que despiertos, el santo arribaba a la iglesia “madre”, allí estaba, nunca faltaba, prestamente los recibía el sacristán del pueblo don Víctor Cada, el único encargado de descargar al santo de tan pesada carga “los billetes”, cambiarle de vestimenta y dejándole expedito para un nuevo recorrido…por tantas salidas y recorridos le dieron al santo el “mote” de “el andariego”.

En cierta ocasión el Rvdo. Padre Humberto Zalamea (+) me había comentado, que durante estas festividades de julio, dedicado al Apóstol Santiago llegó con el sacristán, y el maestro de capilla a cierta comunidad para celebrar la santa misa y se encontró con una tremenda sorpresa, que no había nadie, ni siquiera alguien quien me reciba y me puse a esperar, porque tampoco no teníamos quien escuche la misa…al único que encontré solito de pie fue a la sagrada imagen del “Apóstol Santiago”… todo esto se debió a que habían bailado y bebido toda la noche, hasta ver el amanecer…Nelson me dijo el padrecito, me arme de muchísima paciencia  y me dije consolándome a mí mismo…señor, “son cosas que me depara la vida”…la noticia que el padrecito había llegado y estaba esperando recorrió el vecindario y mas dormidos que despiertos, de uno en uno iban apareciendo para participaron de la santa eucaristía…el santo sacerdote aprovecho de su sermón para dejarles nuevecitos…y todos dijeron hasta el próximo año santo patrono.

Las vísperas del 24 de julio se celebraban con toda pompa, a los compas de la música de las bandas del pueblo, o de la zona militar, todos alegres, sin importar el frio, caminábamos todos alrededor del parque central, los encuentros entre amigos, familias enteras se daban cita en este lugar, los ambulantes de apellido Moreno, nos anunciaban la venta de sus clásicos chupetes de conito, las chispiolas, las cañitas; mientras otros ofrecían a los adultos para que vengan a probar su “canelazo”. Los ruleteros y el juego del diablo, la culebra, la casita, etc., “hacían de los ingenuos su agosto”. Los cohetes reventaban y su sonido con su eco retumbaba, las luces multicolores adornaban el firmamento, mientras se elevaban los globos,  caían las parahuillas. Momentos antes que las campanas de la iglesia empezaran a repicar,  los castillos dos o tres de ellos se quemaban a prisa, mientras los espectadores observaban lo que acontecía a su alrededor, la banda de músicos comenzó a actuar interpretando un alegre sanjuanito, dando inicio a la procesión con el “santo apóstol” porque salía para irse de visita hasta la casa del prioste. Allí los “creyentes” se amanecían velando al santo, mientras tanto en cada casa sus ocupantes madrugaban para sus quehaceres, porque debían darse tiempo para acompañar al santo en procesión…todos fastuosamente vestidos, pendoneros y borleros, todos caminaban en dos hileras, las alumbrantes, rumbo al “estadio viejo” (parque Simón Bolívar) para la misa campal que lo presidía siempre el Obispo, el párroco, con los sacerdotes invitados.

Es prohibido olvidar el momento que me mas me tiene impactado, la recolección de las limosnas, en saquillos grandes de yute y las ofrendas que eran entregados por los “fieles” y almacenados en los patios de la escuela “Vásquez Correa” , al más viajero, milagroso y santo castigador: “AL APOSTOL SANTIAGO”.

Quiero terminar, contándoles el último “mote” que le dieron a “Santiago el Apóstol”…Se comenta que todos los que querían salir de este país –los migrantes- llegaban a la iglesia de este cantón, con sus velas encendidas, se arrodillaban frente a la imagen y le pedían al santo que les haga el milagro de pasarles sin peligro la frontera hacia EEUU…es la razón por lo que le apodaron a nuestro santo como “EL COYOTE” …es el único “coyote” al que jamás autoridad alguna le podrán poner preso.
Cuenca, 30 de julio del 2013

lunes, 29 de julio de 2013

"Siempre viviré para hacer justicia recordándoles a los mas débiles..."



RECORDANDO LOS VIEJOS TIEMPOS


ANTENA GUALACEÑA
“La voz de los pueblos del sol naciente”
Presenta:
“Un programa educativo, social y cultural, en 120 minutos, una producción dedicada exclusivamente para usted, con renovado esfuerzo y sentimiento, en el que conoceremos nuestra historia, nuestras costumbres, nuestros problemas regionales y nacionales, coadyuvando siempre con nuestras autoridades en la búsqueda de las soluciones más apremiantes de nuestras comunidades…”

Este programa fue realizado en RADIO CENTRO GUALACEO en el reconocido segmento,”recordando los viejos tiempos” con el tema:


EL BETUNERO DE MI PUEBLO

Por Dr. Nelson Muy Lucero MD


Gualaceo es mi pueblo, orgullosamente mestizo…viajamos através de su historia buscando siempre su propia identidad, es por eso que pretendemos dejar impregnadas en la memoria colectiva sus propias leyendas urbanas…

Pensativo y meditabundo, retrocedo imaginariamente en el tiempo para reencontrarme con aquellos personajes que se pertenecían quizás al sector de los más olvidados, de aquellos que nos acordábamos simplemente cuando los zapatos estaban “de pagar para no ver”, enlodados o empolvados, maltratados o envejecidos por el uso en el paso a paso que a diario transitamos…” era casi como una costumbre de dejarlo todo para última hora…ya sobre el tiempo ”todo el mundo buscando al “lustrabotas” antes que comience un acto social o religioso, un compromiso familiar, o para comenzar la semana laboral en las oficinas.

…apúrate…no seas malito, a mi primero…sácale brillo a mis zapatos, pero muévete…ya mismo comienza el acto litúrgico…estoy de padrino de bautizo…estas manifestaciones populares como las primeras comuniones, las confirmaciones, eran esperadas “con ansias” porque encontraban trabajo los “betuneros”… a nadie les interesaba quienes eran “aquellos”, pero conocían de sobra su oficio…los miraban cuando los necesitaban, siempre pidiendo que su trabajo lo hagan con rapidez y esmero…¡ten cuidado…no me vayas a manchas mis medias, le gritaban!...solo recibiendo órdenes se pasaban los días de la semana sentados esperando a los “clientes” …hay días buenos y malos, se comentaban entre ellos; pero siempre sus manos estaban manchas de tintas mezcladas, a veces hasta sus rostros abarbados y pintarrajeados accidentalmente, pero adornadas con una resignada sonrisa…que lo sabían cumplir… trabajando digna y honradamente…estaban enterados de todo lo que acontecía en el convivir comarcano…

A pesar de todo, este “oficio” o modo de vivir de aquellos… cuando me quedaba observándoles, no era nada fácil, debían esmerarse ya que tenían su propia competencia, y aún mas debían cuidarse de “los amigos de lo ajeno”…se les escuchaba decir, que su vida de betunero se les ponía difícil, cuando tenían que lustrar los zapatos a los niños y mujeres…era un verdadero “dolor de cabeza”…en ocasiones se negaban a hacerlo bajo cualquier pretexto…es que los niños jamás estaban “quietos” y las mujeres por llevar sus faldas, se les hacía incómodo el poder sentarse en el altar del “oficio”…¡qué le pasa yo no me siento ahí…!

Los portales, en los alrededores del parque 10 de agosto y la plaza Guayaquil, las veredas junto a los “baños sociales” siendo lugares de gran afluencia popular fueron siempre sus lugares preferidos.
Fue en uno de estos lugares, en el centro cantonal, junto a los “baños públicos” construidos en el año de 1942, que conocí a Homero y su hermano, si mal no recuerdo de apellido Coronel,  llegaban puntuales a su lugar de trabajo, instalando su pequeñita” oficina” de 1X2 m2, en un “rinconcito de la vereda”, dueños de una paciencia y pasmosa tranquilidad, casi no hablaban, pero con sus miradas vivaces siempre “en guardia” confundiéndose con las de los transeúntes, que pasaban sin percatarse de su existencia… casi siempre sucedía, no podían faltar como lo dirían los abuelos de ese tiempo, la llegada bulliciosa de los “malcriados”, de los “vagos” de los “ociosos”,  a molestar a los pobres hombres, a insultarles y a burlarse de su actividad…Homero y Gonzalo se tragaban “sus iras”…apenas les respondían…no sabían qué hacer, para que estas ofensas pararán…en mis cortos años, impasible sin poder ayudarles, para que no les ofendan, observaba con coraje este acoso social…Pero de allí, de su puesto de trabajo jamás huyeron y nunca faltaban, batallando todos los días, siempre dispuestos a conseguir el sustento diario  para su familia…como ellos lo decían…buscando los “cuatro reales”…

Todos los utensilios estaban ya perfectamente alineados sobre su armazón, un cajón de color rojo…sentados en una pequeña “banquetita”, con delantal azul o un pantalón “viejo” pero abierto en sus costuras que cubrían sus muslos para no manchar “el dominguero”…Homero estaba listo casi siempre junto su hermano, con su mejor “toga”, siempre dispuestos a cubrirse “las espaldas” cuando se cansaban o tenían que abandonar su banco de trabajo, para hacer algún mandado o favor a sus vecinos…

Pero aquella mañana era un tanto diferente, los clientes, los necesitados de su servicio no llegaban…la mirada de Homero tenía un aire de preocupación…ese día no tendrían quien les trajera el cafecito, su desayuno a media mañana… a leguas se lo notaba, estaba desesperado…necesitaban de dinero para hacerle “curar” a su madre…fue alguien que filtro la noticia y la respuesta no se hizo esperar…un vecino al saber de esta necesidad, se les acerco manifestándoles…yo les prestare ese dinero…agradecido Homero, el mayor de los hermanos, corrió hasta su casa buscando a su Madre…horas más tarde Homero apareció feliz,  porque su enfermita estaba convaleciendo…dirigiéndose a su hermano le pidió que le dejara su lugar, porque ahora más que nunca estaba con ganas de trabajar para devolver ese préstamo que les hiciera, el buen samaritano…

Sucedió un día, a corta distancia se les instaló la competencia…ese “colega” cuyo nombre no recuerdo, se les acercó sonriente y saludándole a Homero le dijo …ahora sí que nos vamos a volver famosos…Homero, sin egoísmo, le entrego su respuesta, diciéndole: “No le escuchen a ese viejito, no ven que los años le hacen decir tonterías…¡famosos!...si nadie nos toma en cuenta…nadie nos ha pedido que seamos candidatos, ya que ni para eso servimos…Don, el viejecito, le respondió….verás, ya mismo vienen los candidatos por aquí a repartir los abrazos…Homero le dijo, para que queremos abrazos, lo que necesitamos es darles una betunada…Don, el viejecito le respondió…ya ves, entonces si servimos para algo…mientras tanto Homero en sus adentros se decía…si me cae un candidato, le cobro el triple…frotándose las manos esperaba al candidato…Hoye Homero le dijo Don viejecito…yo sé lo que estas tramando…hazlo, pero menos a los socialistas porque ellos están por los pobres de la patria…Homero gruñendo le respondió…no son socialistas, sino “sociolistos”, que es otra cosa…Aquí les sentaré a todos o a nadie y si se sientan tendrán que pagar tres veces más de lo normal.

Sin mucho trámite, llegó el primer cliente, ocupando el altar de Homero, dando comienzo con su tarea, como el mismo lo diría en su momento, “lustrar zapatos es un arte, porque lo hace el que sabe”…mientras limpiaba los zapatos, ese cliente era estudiado minuciosamente y Homero sabía cuándo debía o no iniciar una conversación o cuando responderle con una broma…Ya con el pantalón “arremangado” y una fina cartulina de cartón servía para proteger el calcetín y no mancharlo…la conversación empezó fluir…las preguntas y respuestas iban y venían…en esas épocas el periódico llegaba días atrasado, por lo que la tertulia lo suplía…Cuanto estas cobrando la “lustrada” le dijo el cliente…Homero le respondió…no se preocupe es baratísimo, por esta semana estamos en promoción,  solo estamos cobrando del “chulla zapato”, el otro es gratis…

Llego el momento crucial,  Homero se concentraba y comenzaba con su ritual, sacando el lodazal con una cuchilleta y el polvo lo limpiaba con un cepillo, para luego bañarlos con un líquido negruzco, la conocida tintura “el negralao”…en cierta ocasión un  cliente le pregunto, como le preparaba ese líquido…Homero manifestó, mirando de reojo a la concurrencia que impacientes esperaban su turno, que eso era un secreto pro-fe-sio-nal…sonreído continuó con su “oficio”…pasando tinta por lo menos dos veces y aplicando “bacerola” frotaba el calzado para luego con movimientos circulares, y una escobilla de finas cerdas volverlos relucientes el par de zapatos, por fin el último paso, una pasadita con el paño de algodón…trabajo terminado…le dejaban su propina y el cliente satisfecho se marchaba presuroso…mientras el lustrabotas arreglaba y volvía a colocar los utensilios en su puesto…en espera y listo para el próximo cliente.
Este “oficio” no requería de letreros, la gente sabía dónde encontrarlos…ellos tenían su propia clientela…si les llegaban varios pares había un buen descuento…

Sus anécdotas eran formidables ”… contaban que un cierto día, les llegó un caballero de la localidad, impecablemente vestido pero apurado “como siempre en estos menesteres” pidiéndole que sea rápido en la “lustrada” de sus zapatos…luego de sentarse en su lugar, el betunero y sus amigos comenzaron a reírse sin aguante…agachando su cabeza Homero y Gonzalo seguían riéndose…indispuesto el personaje le pidió una explicación a su conducta…el lustrabotas,  mirándole fijamente le dijo…no se ofenda señor, es que usted lleva puesto un zapato café y otro negro…a caramba, esto es por la prisa que llevo…ya regreso en seguida, vivo cerca de aquí…pero jamás volvió…probablemente se sintió avergonzado.
Así mismo fueron múltiples las ocasiones que muchos de los clientes llegaban con calcetines de diferente color…y por avisarles se ganaban una propina.

Los fines de semana y en tiempo de vacaciones la competencia era mayor, porque los muchachos escolares salían a trabajar de lustrabotas ambulantes halando sus cajoncitos, por las calles o parques en esta ciudad.

Nos quejamos de la competencia decían, no por “maldad”, es que nosotros pagamos un impuesto a la tasa municipal…pero aún así encontramos satisfacción en este trabajo, porque nos ha permitido conocer a mucha gente del ambiente social y político, hasta artistas que nos visitan ocasionalmente…en estas silletas se han sentado gente muy importante…decían orgullosamente.
Homero recordaba, que por varias ocasiones le robaron su silleta de trabajo y por eso ahora cada atardecer lo guardo por allí cerca… 

¡Bien por estos betuneros HOMERO Y GONZALO CORONEL!...estos personajes que repartieron brillo y alegría…sin fallar un solo día, con lluvias, vientos o fríos, siempre se los encontraba en su lugar de trabajo, en aquél barrio (de la Fonda de doña Fila Fríos, del Salón la fama de doña Marieta Parra Y LA Peluquería de don José Tello)...atentos, cordiales y amables, siempre rezando con su voz, “le lustro los zapatos señor”… ya no estarán jamás… pero aunque jamás lo supieron, su trabajo es y será toda la vida en este pueblo, una hermosa tradición.

Fueron viejas épocas que se quedarán empolvándose en el rincón de los recuerdos,  los lustrabotas de la Luis Ríos R., junto a los baños sociales, nos queda todavía una borrada imagen de los hermanos HOMERO Y GONZALO; allí en ese típico rincón, pudimos observar a centenares de parroquianos cómodamente sentados en una silleta, y el pié sobre un pedestal todo de madera, y al lustrabotas ágilmente frotando con su paño de algodón, sacándole brillo al cuero de los zapatos…sin parar de escuchar el estribillo cansino del cliente… ¡apúrate que tengo prisa!.

Mi eterno homenaje para estos dos personajes y a su señora Madre, que silenciosamente fueron parte de nuestra histórica y tradicional comarca…es parte de una historia jamás contada… con respeto y admiración, creo haberles hecho justicia por su existencia.

Cuenca, 29 de julio del 2013

(Edición corregida y aumentada, del reproducido el 31 de agosto del 2002, en Radio “Centro Gualaceo”)

lunes, 22 de julio de 2013

LAS VACASIONES en Gualaceo. ideal para las caminatas...



Recordando los Viejos Tiempos:

ANTENA GUALACEÑA
“La voz de los pueblos del sol naciente”
Presenta:
“Un programa educativo, social y cultural, en 120 minutos, una producción dedicada exclusivamente para usted, con renovado esfuerzo y sentimiento, en el que conoceremos nuestra historia, nuestras costumbres, nuestros problemas regionales y nacionales, coadyuvando siempre con nuestras autoridades en la búsqueda de las soluciones más apremiantes de nuestras comunidades…”

Este programa lo realizábamos en RADIO CENTRO GUALACEO con el segmento ”recordando los viejos tiempos” con el tema:



EXCURSION A CUZHIN…UNA LEYENDA


Por Dr. Nelson Muy Lucero MD
Para hablar del hermoso valle de Gualaceo, nos trasladamos al sur del país,  de este prospero cantón azuayo, un milenario pueblo, queremos relatarles una historia jamás contada. 

Para orientarnos en nuestra excursión al cerro “Cuzhín”  debemos conocer, su área geográfica. Este cantón se encuentra atravesado por el río Santa Bárbara, rodeado de sus cumbres que son Capzha, Tres Cruces, Zharbán, Callasay, Pagrán, Zhordán, Maylas, Collay, Huinzhún, al margen izquierdo del río Santa Bárbara, se extiende una cordillera llamada Aguarongo, a 3.000 ms de altura, dentro de éstas existe una gran cantidad de cerros, montes y montañas, destacándose las elevaciones de Cuzhín, Malán y Llintig, que se extienden hasta el cerro de tari (pishi) en la parroquia de San Juan. 

A todos ustedes que sin duda alguna están escuchando esta programación radiofónica, les invito a cerrar sus ojos y que borremos por un momento de nuestra mente los sinsabores de la vida y concentrémonos trémulos en una caminata que por cierto fue extenuante cuando aquella vez lo realizamos junto a un grupo de amigos…entonces preparémonos, hoy nos vamos de excursión…

Ahora será “Cuzhín” el punto más alto de la cordillera ubicada al oeste del centro poblado…a ese lugar  podemos llegar por dos rutas, por la vía Gualaceo-Quimzhi-Dotaxí o por la Gualaceo-Chicaguiña-Caguazhún-Jadán…la segunda es nuestra mejor opción. 

Son las 5 AM, de la madruga, cargando nuestra mochila de contenido diverso (una botellita de agua, sodas, pan, atún y el infaltable trocito de panela)…con decisión y buena voluntad emprendimos la marcha…no faltaron los despistados y aquellos que a última hora se unieron al grupo, que con cierto aire de preocupación mirándose los unos a los otros, querían saber y preguntaban…¿a dónde nos vamos?... si conocen la ruta…podríamos perdernos?...caramba no nos preocupemos…miremos todos arriba, muy arriba en el horizonte…desde el centro cantonal, empezamos el ascenso para ir descubriendo paso a paso aquella envidiable naturaleza que nos circunda…así caminando podemos ir a cualquier punto de nuestra inconmensurable geografía…miren allí esta…ese es nuestro objetivo…allí esta frente a nosotros “aquel cerro“ que no sabemos quién o quienes lo bautizaron con el nombre de “EL GRAN CUZHIN” se nos muestra inmóvil,  imponente y desafiante para que nos atrevamos a coronarlo y nos paseemos en sus pajonales, acompañados de helados y fríos ventarrones…claro que lo vamos a lograr…el ascenso continua sin descanso, unos en silencio…otros como siempre conversones, los más jóvenes  sonrientes, graciosos y juguetones…algunos trastabillan por los empujones…unos pocos concentrados en la caminata avanzan en la fría madrugada por el pedregoso sendero  eludiendo a los espinosos pencos bien enraizados en la vera del camino, cruzando laderas llenas de sigsales, árboles milenarios del cañaro, guavizales y capulíes, las atrayentes moras, maduras y tiernas, con tallos y ramajes entrecruzados, dando forma a una malla espinosa infranqueable impidiendo que nos desviemos de la ruta, más de un personaje se paraba  para descansar y degustar la agridulce fruta. De las arboledas y arbustos se escuchaban el trinar musical de las aves y el murmullo que producía el viaje del agua por una “acequia o canal de agua”…creo que deberíamos hacer un pequeño tambo, para poner algo a los vacios estómagos, especialmente de los más pequeños…fue solo un momento el descanso, para refrescar los rostros sudorosos y enrojecidos por el esfuerzo…Eufóricos los más pequeños nos traían la buena noticia…ya salió el sol…alegres y contentos, vemos como el astro rey hacía su aparición por el oriente, este sol naciente y mañanero nos anunciaba que será un espléndido día… los ponchos, los sacones, y las chompas. fueron rápidamente desenfundados y escondidos en las mochilas…silbando, cantando, y gritando los excursionistas avanzaban, mientras los encargados de poner orden empezaron a hacer respetar su función…dejen de empujar…se van a caer….José ven pásate para acá…se están poniendo tensos, es mejor acampar por unos cuantos minutos…vamos a tomar un cafecito, en fila y cada uno con su vaso en completo orden…algunos no trajeron su pan y tenemos que compartir…un sentimiento de alegría invadió nuevamente al grupo…es el momento de retomar la ruta…los que ya lo conocían comentaban…que las quebradas se secaron y solo quedaba una profunda cicatriz como huella por donde hace algunos años atrás, era recorrido por un torrente de agua fría, límpida y dulce, que bajaba desde las alturas…era justo aquí, donde rellenábamos nuestras botellitas con agua y continuábamos como hoy cuesta arriba, a los lados crecían una gran variedad de nativas plantas y flores, era de verdad un paraíso; de un periódico hacíamos un barquito de papel y lo soltábamos en la pequeña correntada…este relato en los mas jovencitos, que por primera vez ascendían se percibió como un halo de nostalgia que los invadió,  porque para ellos ya no estaba el arroyuelo, para poder saborear lo que otros adolescentes en su tiempo pudieron gozar de los verdes prados y su vegetación exuberante, para este tiempo lo hemos perdido todo…el mas pequeñín del grupo con aires de optimismo dijo…sigamos puede ser que lo encontremos más adelante…Hasta los caminos se están borrando, ya no hay árboles, todo está árido, piedra sobre piedra, en estos parajes la tierra se volvió infértil…a quien culparemos por tanto desastre…pero por supuesto la culpa lo tiene el más grande  y famoso depredador el hombre… ya sentimos el cansancio, sudorosos decidimos acampar, mientras esperamos a los “atrasados”, unos sentados sobre grandes piedras escudriñándolo todo a su alrededor, otros cobijados bajo la sombra del único árbol que quedaba por la zona, como único testigo que quizás guardaba los secretos de lo que allí ocurrió con el paso de los tiempos…Todos como si alguien lo hubiese pedido hicieron un minuto de silencio , como si repasáramos la lección, deshojando las páginas de un pasado inexorable...que solo lo volveremos a repasar en un programa como este “RECORDANDO LOS VIEJOS TIEMPOS”.

Luego de comer nuestro fiambre, con alguna que otra fruta y masticando raspadura, emprendimos el tramo final del viaje…entre murmuraciones algunos decían, mucho descanso, ya debíamos haber llegado…apresurando el paso y suspirando por el cansancio, en una llanada nos dejamos caer…por fin hemos arribado…esto es “el cerro de CUZHIN” …este es el monte sagrado, desde aquí se adoraba a la luna, la diosa cañarí…Esa CRUZ, fue colocado allí  como EL SIMBOLO DEL CATOLICISMO, representando a la llegada de los españoles y su religión…desde este cerro el más alto de la cordillera del Aguarongo, los cañarís, grandes guerreros vigilaban su imperio y desde aquí las quipas emitían un lúgubre y espectacular sonido, esperando la respuesta de los centinelas que cuidaban las puertas de entrada a sus dominios. Desde este punto el más alto de la cordillera ubicada al oeste del centro poblado, desde aquí estamos observando los inmensos valles de Gualaceo, Cuenca, Azogues, Paute, Chordeleg, Sígsig territorios que en su momento estaban siendo ocupados por los Cañarís.

Aquí está la extensa y majestuosa planicie y su cruz de palo, maltratada por la intemperie, los vientos helados y la neblina nocturna nos esperaban. ..allí esta ese bosque que aún nos queda como reserva natural, formando parte de la cordillera del AGUARONGO, con su fauna (venado, quillichugo, colibrí, pájaro carpintero, raposo, añas, mirlos, puerco espín, cuyes y conejos del monte…), con una flora inverosímilmente variada(el gañal, el aguarongo, guavisay, retama, aliso, quinua, arrayan, cascarilla y cedro, arboles de troncos gruesos que eran buen leño para hacer el carbón).

Este ambiente bulliciosamente natural nos daban la bienvenida…Lo logramos…un aire triunfalista recorrió por todo nuestro cuerpo…con nuestra mirada incrédula dominábamos los extensos y envidiables paisajes…miren por allá…miren por acá…todos se volvieron los conquistadores de ese enorme paraje…una pelota apareció en la escena, todavía quedaba algo de resistencia y porque no…se armo un partido el mismo que termino empatado…otro grupo fuimos en búsqueda de un “hueco profundo” que contaba mi abuelo, que allí existía, lo localizamos, estaba cubierta con maleza, lo despejamos y nos tendimos junto a él, apegando nuestro oído, se escuchaba desde las profundidades el sonido característico de una gran correntada de agua…era verdad lo que mi abuelo una cierta noche llena de estrellas y bajo la luna nos contaba…Caía la tarde, nos reunimos todos, estábamos completos, algunos de nuestros amigos se quedaban a acampar y una guitarra comenzó a sonar era la despedida para los que nos regresábamos…todos, absolutamente todos, agradecimos a nuestro creador su compañía y emprendimos el regreso…espero algún día volverlo a intentar y realizar nuevamente este recorrido, pero claro será con distintos actores y si la vida me lo permite, volveré…caso contrario lo harán, las otras generaciones, mis hijos, o mis nietos los que espero tomen esa posta como buenos hijos de esta bendita tierra…conociendo Gualaceo por siempre y para siempre…espero que esta excursión les haya agradado…creo que valió la pena…llegamos al “enigmático CUZHIN”… hasta pronto amigos.

A Gualaceo se puede llegar por vía terrestre. Desde Quito hay una distancia de 462km y una duración de viaje de 12 horas y, desde Guayaquil 286 km en 5 horas aproximadamente. Desde Cuenca se llega en 25 minutos.
(Esta versión fue mejorada y redactada por el Dr. Nelson Muy Lucero)

Cuenca, 18 de julio del 2013