“Las fiestas, los priostes, y las danzas de mi
pueblo...”
Por
Dr. Nelson Muy Lucero MD
GUALACEO y sus parroquias, son tierras llenas de encanto y tradición. Sus casas con paredes de tapial y adobe, con cubiertas de teja rústica, elementos que guardan sus innumerables y hermosos recuerdos.
Una casita de tierra en los "PARAMOS GUALACEÑOS" |
Allí esta su gente que aún conserva algunos rastros de
sus costumbres en su forma de alimentarse con el fiestero y tradicional cuy,
acompañado del humeante mote “cauca”, las papas cocinadas en su manteca de
color, la pepa de zambo con ají, cultivados en sus afanados huertos;
recorriendo ágilmente los alrededores de estos pueblos nos encontramos con otra
realidad, que van siendo cada vez menos las familias los que mantienen su
tradicional vestimenta los ponchos y polleras que aún conservan su tradicional
diseño.
Aquí en estas tierras todavía se tiene esa innata costumbre
de celebrar sus fiestas de: Navidad, Carnaval, Corpus (el septenario), del
santo patrono, en mayo de las cruces, etc.
LA FIESTA
Es “un rasgo cultural” que
subsiste porque satisface como un requerimiento social, es algo imprescindible,
una necesidad, pues de no haberlo desaparecería. Todas las parroquias de este
cantón tienen sus propias costumbres.
Las fiestas patronales no
han cambiado de fecha. Se siguen celebrando el 25 de Julio en honor de SANTIAGO
APOSTOL. En estas fechas llegaban al pueblo huéspedes y forasteros. Y todos los
que por una u otra razón se habían ido a vivir a otro lugar.
APOSTOL SANTIAGO |
Para ese día se mataba el
mejor pollo del corral (por entonces no había granjas), y era una comida
especial. Rara era la casa que no tenía huéspedes para esos días. Se saboreaban los dulces,
que la dueña de la casa había preparado con anterioridad, y se disfrutaba,(o
padecía) de la compañía de familiares y amigos.
Todo el mundo se
"mudaba" y las jóvenes, lucían sus mejores galas.
Las fiestas se inician en la
víspera, con el arribo de la banda del pueblo, la contradanza, los “rucos”, los
dundochiles, pendoneros y los alumbrantes para el propio día.
El pueblo asiste en esos
días de fiesta, a dar cumplimiento a su culto religioso, en romería llega a su
ermita bien arreglada para la ocasión, abundan las plegarias, promesas y
reliquias, etc., lugar donde se celebrará la misa, se confiesa, comulga, en
mayor número que los otros días, y luego la procesión
con el recorrido por las
calles y la plaza del pueblo presidida por el cura párroco junto a la imagen
del santo en andas, dando el comienzo al dance de los “rucos” que abriéndose paso entre la
muchedumbre lograban el espacio necesario para el baile de los danzantes, con
sus atuendos típicos, acompañados de la banda de músicos, bailando
frenéticamente con saltos y vueltecillas, girando velozmente el paraguas,
constituyéndose en una exquisita distracción y admiración para la concurrencia,
que extasiados miraban el colorido tejido de las innumerables cintas, que con
extraordinaria habilidad nos ofrecían dentro de un ambiente profano y de
religiosidad, sin descuido y celosamente cuidados por “el ruco o mayoral” que
lograban mantener a los curiosos a prudente distancia de las sudorosas
danzantes.
Después, estaban las fiestas
"mundanas", mucho más divertidas. Se organizaban: las carreras
pedestres, el torneo de las cintas a caballo, en otras ocasiones en bicicletas,
carreras de ensacados, las ollas encantadas, carreras de bicicletas, un tronco
engrasado o bañado en aceite quemado por el que subían los mozos, para
conseguir: un gallo o un pollo, comestibles de lo más variado y hasta un sobre
con dinero “constante y sonante” que había en su extremo superior, en lo más
alto del pódium del “palo encebado”, partidos de fútbol entre solteros y
casados, con equipos invitados que desafiaban a los anfitriones...están entre
lo que más recuerdo.
También había baile en la
plaza, amenizado por una orquesta de músicos locales. Más adelante ya llegaron las
orquestas profesionales, de renombre que también tocaban en los mismos sitios.
Luego reventaban los juegos
artificiales, los cohetes, los ratones, las parahuillas, las luces de bengala,
los globos, uno de ellos gigante con la imagen del santo, y por último la quema
del castillo, para luego acompañar al traslado de la imagen a la casa del
prioste.
Esto también es parte del folklor gualaceño no sólo
bailes, sino también su música, vestimenta, sus tradiciones y leyendas.
EL PRIOSTE
Siempre será el personaje
central en las fiestas del pueblo. El priostazgo en las parroquias de Gualaceo
todavía es considerado extremadamente
Antiguamente el prioste era
nominado en la iglesia, desde el púlpito, con un año de anticipación, sintiéndose
alagado por tal encargo, al considerado el más devoto del pueblo y admirado por
todos, indudablemente era el escogido entre los personajes de mayor poder
económico del pueblo; el prioste y su familia creían que mientras más grande
sea la fiesta más cerca estarían de la gracia divina. Se decía, “que los
pobres” tenían que trabajar todo el año, con el fin de ahorrar para que las
fiestas salgan mejor que la del año pasado.
Al prioste lo único que le
importaba era quedarse bien ante todo el pueblo y el sacerdote. Pero en el
fondo era triste, la realidad era distinta la vivida por él y su familia, el
priostazgo fue la consecuencia de muchas privaciones y sufrimientos durante
todo un año.
Es que el prioste
mayor de la fiesta era el encargado de todo el desarrollo de la misma,
debiendo preocuparse de la recolección de “las limosnas” de todos los devotos,
en la elaboración del programa, arreglos de la iglesia para la santa misa, de
todos los gastos para el arte gastronómico, etc.
El prioste mayor junto al “cura
de la parroquia” se encargaban también de nominar a los responsables o “priostes menores” para todos los actos
como la: contradanza, escaramuza, juegos pirotécnicos, la comida, la santa
misa, los encuentros deportivos, el show artístico, las rifas, etc.
Con mucha razón a los
“veteranos del pueblo” se les escuchaba comentar, que hubieron ciertos
personajes en la historia del pueblo, de aquellos una vez que lograban hacerse
de la nominación, y cuando había llegado el momento, se veían obligados a vender:
terrenos, ganado o hacer préstamos al “chulquero”, solo con el fin de figurar y
ser “los mejores priostes”.
LOS
DANZANTES
Para celebrar la fiesta del
santo, los danzantes
bajan disfrazados a representar la danza que generalmente se ejecuta antes,
durante y después de la misa. Al arribar entregan una limosna por cada uno (a)
y se sitúan por lo general en el atrio de la iglesia o en la plaza del pueblo.
Los “ángel-guagua” llevan
sobre la cabeza un pañuelo floreado, anudado indistintamente adelante o atrás.
El “guagua-danza”
lleva una corona de cartón pintado a colores. Cubriendo su cuerpo y sujeto a
los hombros llevan un vestido de “liencillo” , una tela delgada de color blanco,
que lo llaman “saendilla”, llevando en su borde inferior un encaje. Otra prenda
es la “manguilla”, una túnica corta que llega únicamente a la cadera.
Sobre la espalda y a la
altura del cuello, llevan atado un “palo” de 54 cm. de largo al que va cosido
la “manguilla”, desde donde cuelgan decenas de cintas de variados colores. A
este conjunto lo llaman “alas”. Alrededor del cuello, llevan
anudado un pañuelo de “borato” (burato) de varios colores.
Uno de ellos en su mano
derecha lleva una campanilla de bronce de 12 cm., y en su mano izquierda un
bastón de chonta, que lleva atado en su centro con hilo rojo de lana, un
pañuelo floreado. Mientras el danzante con la corona, lleva en su pañuelo la
imagen de un toro o “huagra”.
El atuendo típico del
Danzante, se compone de pantalones anchos por debajo de la rodilla, camisa de
manga larga y polainas blancas todo aquello acompañado de zapatillas de
labrador, faja, manteleta, banda y pañuelo anudado a su cabeza. Estos llevan
cosidos a su atuendo cascabeles en sus piernas, con el sonido que producen
ayuda a sincronizar cada paso de sus movimientos. La mujer danzante es la que
llevaba ataviada cintas multicolores, anaco de bayetilla y rebozo de seda, con
amplias fajas rodeando su cintura, sombrero de paño, alpargatas, aretes de
plata, y collares.
Es lo que queda como
patrimonio legado del incario.
EL BAILE DE LOS “RUCOS”
Son aquellos viejos que bailaban, se caían y se levantaban, constituyéndose en
un espectáculo aparte y “jocoso” para la fiesta. Estos eran parte imprescindible
del grupo de la Contradanza.
Su indumentaria un tanto
vieja y estrafalaria, sobrepuesto en su normal vestimenta yacía un saco viejo
largo y grande de casimir, con botas o zapatos viejos con polainas.
El “RUCO” llevaba siempre su
infaltable máscara de tela, cubriendo su cabeza y rostro, hecha en forma de
bolso, en tela blanca de “chillo”, con los orificios de los ojos ribeteados con
hilo negro o rojo, con cejas gruesas de color negro, en la frente una gran
cruz, para que el diablo no les tiente; en la parte de la boca va una abertura
grande con tapa en la boca que solo la levantaban para tomar chichita y comer
sin ser reconocidos; su nariz de forma abultada y redondeada de tela, a la que
se le conoce con el nombre de “singa”; sobre la cabeza llevan “jimbas” o sea trenzas hechas
de “rabo de toro”, crin de caballo, o cabuya lavada y coloreada en verde, rojo,
negro o blanco, tan larga y abundante que les llega hasta la cintura; por su cintura se pasaban un guato o cordón de lana o
cabuya retorcida; en
las manos llevan un chicote de palo de “cerro”, guayacán de 48 cm. de largo por 2.5 de
ancho, finamente pulido, con un agujero en el extremo y pasado por una beta de
cuero crudo de 1.50 m. de largo envuelta sobre sí misma, la que remata en un
nudo con cuatro o cinco flecos hechos de la misma beta. Otros llevaban una
“vara” o rama de retama o sencillamente una soga de cabuya; y sobre sus hombros una especie de "shigra" o
morral de cuero, y sobre sus espaldas cargando disecados un mono o un
chucurillo y usados para asustar a la gente.
Los días de la fiesta se
pasaban en la plaza central y los demás días, en la casa del prioste bailando y
bebiendo.
El "RUCU" la viva representación de sus antepasados |
Al igual que los danzantes,
vienen por devoción al Santo y a veces por invitación de los priostes. No
reciben paga alguna y cada uno trae su fiambre y para obtener la protección del
santo dan una “limosnita” según sus posibilidades.
LAS CONTRADANZAS:
La palabra “contradanza” se
cree que proviene de la voz inglesa COUNTRY DANCE o danzas del pueblo.
La contradanza es una danza
europea que se originó en el ambiente rural inglés, en los siglos XVI y XVII,
con el nombre de countrydance, nombre que se forma de country = campo y dance =
danza; o sea, danza de campo o contradanza, en español.
Con el paso del tiempo, esta
danza fue perdiendo popularidad en las zonas urbanas y ganado espacio en las
rurales, donde sufrió transformaciones sustanciales en su forma y en su estilo
La contradanza fue un baile
muy elegante en las fiestas sociales de clase alta en los tiempos de la Colonia,
con movimientos refinados y los buenos modales, era la máxima expresión de la
aristocracia de aquella época, se lo consideraba el baile más suntuoso donde
las damas de sociedad lo aprovecharon para lucir sus joyas más valiosas y los
trajes de última moda en Europa.
LA CONTRADANZA "el baile del paraguas" |
Se conoce que también fueron
algunos misioneros, quienes enseñaron los bailes europeos a sus feligreses.
La contradanza de mi pueblo,
es una danza folclórica aprendida de los
colonizadores españoles, con sus ritmos alegres y con su coreografía basada en
parejas, delineando círculos o en filas, con desplazamientos de izquierda a
derecha, con movimientos vivos, caracterizada por el coqueteo, las modas
cortesanas y los galanteos elegantes, se
constituyo en una manifestación intrínsecamente popular realizado para entretener y hacer
pasar un rato ameno a ese público que llegaba a las fiestas.
Los integrantes de la
“contradanza” lo conforman adultos, jóvenes y niños, sin careta y ataviados de
la siguiente forma:
Sobre los hombros una pechera de tela verde con un espejo. Sobre esta una capa "Saendilla". Sombrero común de paja, también con un espejo en su parte anterior, excepto dos que llevaban sombrero de paño y además del espejo una pluma de pavo real. En la mano portando una sombrilla de colores, la misma que la hacen girar cuando bailan.
Durante los bailes hacen "figuras" o "labores" al son de una banda de música. Los bailarines siguen a los “guías” que son quienes conocen y ejecutan figuras. Entre las labores que ejecutan están las siguientes figuras: media naranja, naranja entera, pata de gallo, trenzas, choza, aguacate, la tela de araña, la a , la m , “el curiquingue”, “la peinada”, “el número ocho”, y “la trenza grande”.
Sobre los hombros una pechera de tela verde con un espejo. Sobre esta una capa "Saendilla". Sombrero común de paja, también con un espejo en su parte anterior, excepto dos que llevaban sombrero de paño y además del espejo una pluma de pavo real. En la mano portando una sombrilla de colores, la misma que la hacen girar cuando bailan.
Durante los bailes hacen "figuras" o "labores" al son de una banda de música. Los bailarines siguen a los “guías” que son quienes conocen y ejecutan figuras. Entre las labores que ejecutan están las siguientes figuras: media naranja, naranja entera, pata de gallo, trenzas, choza, aguacate, la tela de araña, la a , la m , “el curiquingue”, “la peinada”, “el número ocho”, y “la trenza grande”.
La banda de músicos en momentos sobrios, otros beodos,
acompañan a los “danzantes” tocando hasta que terminen de realizar cada figura.
Todo esto lo aprendieron de sus padres quienes a su vez lo hicieron de sus
abuelos.
El baile de las cintas
Los mismos integrantes de la “contradanza” ejecutan “el
baile de las cintas”. Para ello, colocan un pabellón o madero al que la llaman
“magay” o “chahuarquero”, de la cual cuelgan sujetas en su extremo superior
decenas de cintas a colores, portando cada uno de ellos una cinta, bailando y
cruzándose entre ellos entretejen varias figuras como: el Tucumán, trenza
grande, trenza de dos pilares y trenza de cuatro pilares.
EL JUEGO DE LA ESCARAMUZA
Es el combate rememorado
entre dos ejércitos de avanzada pero se trata en realidad de un juego, en el
que se pueden involucrar hasta 400 personas entre los dos bandos, un juego
imitación a los realizados por los colonizadores, sus rasgos españolizantes son
innegables, el caballo, los atuendos, la corona, etc.
El traje de la escaramuza
consta de los siguientes elementos:
- Una capa de varios colores
- Una corona plateada o dorada
- Pantalón y camisa multicolor
- Un cetro
- Máscara en malla de acero o antifaz
El juego se realizaba en la
plaza central de los pueblos o en caso contrario en un terreno grande y plano, el mismo que era
alquilado a algunas familias del lugar.
Los priostes de este juego
son los guías de la escaramuza, todos se dividían en 4 frentes, el baile duraba
entre 4 a 6 horas aproximadamente.
LA ESCARAMUZA "el juego de las cintas" |
Las figuras que realizan en
el juego de la “escaramuza” se relacionan con el nombre del santo, de los
priostes principales, el lugar, algunas letras del alfabeto y con palabras de
la Santa Biblia.
La Banda de Pueblo ameniza
musicalmente este juego de la escaramuza, entonando ritmos ecuatorianos como
albazos, sanjuanitos y cachullapys.
LOS PENDONEROS:
Los pendoneros forman una
especie de emblema religioso que son utilizados en las procesiones religiosas. Consta de un palo de aproximadamente de un metro de largo, que tiene en
su extremo superior una esfera de metal y sobre esta una cruz, de la parte
inferior de la esfera, nace una tela blanca que se estrangula una, dos o más
veces creando de esta manera unas toscas esferas de unos 20 cm. de diámetro,
constan de dos tiras largas de cinta blanca, para los acompañantes o borleros,
los pendones no pierden su forma por llevar dentro papel periódico arrugado.
Los pendoneros van vestidos con sus mejores trajes de gala y portan el pendón con una mano, mientras que con la otra llevan una vela encendida. Los borleros son los acompañantes que portan a cada lado del pendonero los listones de cinta blanca. Luego de la ceremonia religiosa y la vuelta en procesión con el festejado santo, serán los primeros invitados para el festinante almuerzo en la casa del pendonero.
Los pendoneros van vestidos con sus mejores trajes de gala y portan el pendón con una mano, mientras que con la otra llevan una vela encendida. Los borleros son los acompañantes que portan a cada lado del pendonero los listones de cinta blanca. Luego de la ceremonia religiosa y la vuelta en procesión con el festejado santo, serán los primeros invitados para el festinante almuerzo en la casa del pendonero.
LOS COHETEROS
Son personajes encargados
para la confección de los globos, parahuillas y la quema de los fuegos
artificiales.
LA BANDA DEL PUEBLO
Es la banda de música que
compartían sus alegres melodías entonando los mejores ritmos como: “Danzante
Mío”, “Cuchara de Palo”, etc.
LOS CANTINEROS
Eran los encargados de
brindar las bebidas que ofrecían a los invitados y curiosos espectadores.
EL MAYORDOMO
Era el personaje clave.
Durante la fiesta hacia considerables gastos en comida y bebida. Para la
retreta bailable contrataba al mejor grupo musical del momento.
RECOMENDACIÓN FINAL
“Es nuestra obligación como
gualaceños, conocer, difundir y conservar de generación en generación la
tradición y cultura de nuestro pueblo...”. Dr.
Nelson Muy Lucero MD
No hay comentarios:
Publicar un comentario