¡LOS GUALACEÑOS
TAMBIEN REIMOS...PORQUE LA RISA ES UN
REMEDIO PARA EL ALMA!
Por
Dr. Nelson Muy Lucero, MD.
Alcen la mano quien no ha viajado, alguna vez...en alguna
de las unidades de Transporte Público (Santa Bárbara y Santiago de
Gualaceo)...de cualquier forma y por algún motivo, en algún momento, se
utilizaron estos medios de movilidad popular...En estas unidades de transporte,
los compañeros de viaje siempre serán conocidos o extraños...cómodamente
sentados la observación a nuestro alrededor no se hará esperar...si llueve
buscando las goteras, que todavía si los hay...los jóvenes hoy por hoy, suben
mostrando sus tatuajes, con aretes, sus peinados extravagantes y los
infaltables audífonos...Los que ya empezamos a rebasar la barrera de los
cincuenta, nos dedicamos a la lectura, si no es del periódico, algún libro que
llevamos a propósito del viaje...los que no llevaron nada para hacer placentero
su viaje...no harán más que observar atraves de las ventanas, un pintoresco
paisaje natural y las infaltables vallas publicitarias que pasan veloces frente
a nuestras miradas...Dentro de estas unidades de transporte descubrimos una Tv
apagada, una radio mal sintonizada y la existencia de unos pequeños letreritos
“unas calcomanías” que al leerlo y releerlo, ¡POR FIN! nos arrancan una
sonrisa...recordando de los tantos que he leído, si la memoria no me es ingrata
y que por supuesto me han impresionado, las comparto con ustedes:
En cierta ocasión nos embarcamos de madrugada...la unidad
de transporte en la que viajábamos, disminuyo ostensiblemente su velocidad,
empezando a rodar muy lentamente, justo por la zona del TAHUAL, lugar cercano
al puente del descanso...había amanecido helando y la zona estaba cubierta de
neblina, lo que era poco usual...mirando para adelante, no se veía absolutamente
nada...que ¡sucede señor chofer...!...tranquilos...es que el humo del escape de
un carro que va delante es tan abundante, que impide la visibilidad...ni modo
no se puede rebasar, esta vía es demasiado angosta...pero, gracias a un fuerte
viento se despejo parcialmente la carretera y logramos visualizar a un
destartalado vehículo, con llantas desgastadas, bien descolorido y un veterano
pelón, abarbado y bigotón de chofer...pero con un flamante letrerito en el
lugar de las placas que decía así:
Ja, ja, ja, ja, ja, ja...aunque usted no lo crea todos
sonreímos.
Hace ya muchos años...cuando en el Cantón Gualaceo se daba
el servicio con furgonetas...se contaban con unidades conducidas por
choferes...los denominados rápidos y furiosos...hasta los más lentejas...se comentaba
que hacían de las suyas e incluso apostaban realizando sendas competencias, en
la ruta Machala - Gualaceo...hasta se daban “gabelitas” (tiempo extra, para que
se adelante, el mas débil)...el conductor que salía primero, lo que hacía era
esconderse junto a su unidad de transporte y esperar a que su contendor
pase...así sucedía...veloz cruzaba frente al escondrijo y por más que pisaba su
acelerador, imprimiendo mayor velocidad, jamás pudo alcanzar a su compañero de
ruta, lo que nunca supo es que su compañero el de la apuesta se le quedo en
algún lugar escondido...llegando este más tarde al Cantón, pero lleno de pasajeros...ja,
ja,ja,ja,ja,ja,ja.
(Estos son hechos reales...algún día se publicarán, las
historias completas con los nombres de sus auténticos protagonistas).
En una de las campañas electorales (de las cinco que gano
el DR. JOSE MARIA VELASCO IBARRA), cuando arribaba al recinto costanero
conocido con el nombre de “LOS SAPOS”, en aquél lugar sus partidarios al
arribar este candidato coreaban:
No le gusto para nada a Velasco Ibarra, esta frase coreada
por sus seguidores; fue en aquel entonces, cuando al comenzar su discurso le
prometió al inocente pueblo de los Sapos, que apenas asuma el poder en la
Constitución, el primer decreto que firmará será para cambiar el nombre de este
recinto y desde esa fecha en adelante, ya no se le llamará, LOS SAPOS, pero se
lo reconocerá con el nombre de EL TRIUNFO...desde entonces cada vez que Velasco
Ibarra pisaba esta tierra en campaña electoral, todos gritaban, a todo pulmón: “EL
TRIUNFO CON VELASCO...! ¡EL TRIUNFO CON VELASCO...!...así fue
institucionalizado el nombre de ese pueblito costanero y como tal se lo conoce
hasta la actualidad: EL CANTON EL TRIUNFO.
(Estos hechos fueron contados por nuestros coterráneos que trabajaban
en las plantaciones de caña de azúcar, de los grandes ingenios azucareros).
Volviendo a los hechos y cosas de los choferes de nuestro
pueblo:
Una cierta ocasión se comentó lo siguiente:...Casi entrada
la noche, arribaba el último carro desde la ciudad de Cuenca...al cruzar por
Patul, de una de las casas salió al camino, una gallina a pasear a sus
polluelos, con tanta mala fortuna que ese momento pasaba el carro piloteado por
el chofer más veloz de la cooperativa santa barbara, pasándole sus llantas
sobre la gallina...el sistema de frenos funcionó...bajándose el chofer a
prodigar auxilio inmediato...cual su sorpresa, que la gallina moribunda, alzó
su pescuezo y exclamó:
...Para que se piquen no más...Así les conversaba este
suceso, el protagonista de esta historia, a sus compañeros del transporte...ja,
ja, ja, ja, ja, ja.
Fue una noche, de las tantas que hemos pasado entre
amigos...fueron tiempos de vacaciones, donde se mandaban a confeccionaban
sendos uniformes deportivos, de los más variados colores para tantos y tantos
equipos juveniles de la época...en el almacén y bazar de don Jorge Jara
Luzuriaga, alias “DON QUIZHIN” se acabaron de entregar los últimos uniformes
deportivos...era al anochecer, cuando fue interrumpido por un pequeño cliente, que
llegó a la carrera, asustadizo y sudoroso...llamando la atención de su
dueño...Don Quizhin, don Quizhin...Este increpándole le
respondió...¡carajo!...vuelve a salir y entra saludando...aquel muchachito
volvió a salir y entrando nuevamente, le dijo...Buenas noches don
Quizhin...Tiene buzos para arquero suplente y cuanto cuesta...Esta pregunta por
demás infantil, arranco una risotada general de los presente...Don Quizhin...ni
corto ni perezoso le respondió, si tengo, pero no hay para tu talla...el
muchacho a la velocidad de un rayo abandonó el establecimiento de ropa
deportiva.
¡FELIZ AÑO
NUEVO, PARA TODOS MIS AMIGOS Y FAMILIARES!