viernes, 27 de septiembre de 2013

"Hay que estar preparados...No sabemos cuando nos tocará la partida""



MI HOMENAJE POSTUMO EN MEMORIA DE TERESITA VILLA FERNANDEZ (+)

Por Dr. Nelson Muy Lucero


“En nuestra vida hallamos personas que nos dejan una marca peremne. Desde aquí un mensaje al mas allá...”


Al recordar su juventud, aquí en su natal Chordeleg, en aquella casita blanca, junto a sus padres donde todo era alegría y sinceridad…el tiempo no se detenía, seguía su curso, se caso con el hombre de su vida, al que siempre amó por sobre todas las cosas, Dn. Enrique Palomeque…los retoños llegaron (Martha, Yolanda y Román).

Como madre y abuela lo disfruto intensamente semana a semana del cariño y afecto de sus hijos, y nietos…los tiempos llegaron y de igual forma pasaron…

Se constituyó como el principal soporte emocional para sus hijos, y fiel consejera para toda la familia.

Eran instantes y fugases algunas de las muchas frases de bienvenida…vengan, vengan…pero siéntense…ya le atendemos…pase esta es su casa ¿muy buenos días como está?...o una simple sonrisa que TERESITA VILLA FERNANDEZ, nos mostraba a todos los que algún día, donde ella acudíamos.

Esa sonrisa, ese tono amable dejo este mundo para llevárselo al creador y gozar para siempre de la compañía de sus padres…ya no la veremos más, porque esa llama de vida se nos acaba de extinguir.

Una y otra vez se escapaba de ese oscuro mundo de la enfermedad, perdiéndose...ocultando talvés estados de  dolorosos recuerdos, pero amortiguados por la toma diaria de sus pildoritas mágicas de la fe y la oración.

No saben cuánto odio esta parte de la vida en la que se te quita a alguno de tus seres queridos...pero doy gracias al gran hacedor de todas las cosas, por haberle conocido y haber compartido con ella momentos inolvidables, se que le recordaré y estará presente por siempre en mi familia...especialmente en Martha mi esposa a quien tanto la quería.

Jamás pensé que precisamente hoy que la volví a escuchar aquella canción que en aquellas épocas me había impactado por su mensaje que llevaba consigo, era una sevillana…y no lo había vuelto a escucharla desde hace muchos años cuando visitaba Sevilla en España, su titulo:”EL ADIOS… Cuando un amigo se va”…precisamente hoy (24 de septiembre, 7H: 45 pm.) fue como algo premonitorio, porque recibiría vía telefónica una noticia fúnebre, que menos la esperaba…doctor la señora TERESITA mi suegra… ¡acaba de fallecer!…es una razón más que suficiente para compartirlo con ustedes, literalmente esta ceremonial letra…

SEVILLANA: “EL ADIOS…CUANDO UN AMIGO SE VA”
Cuando un amigo se va / algo se muere en el alma
Cuando un amigo se va / va dejando una huella / que no se puede borrar

No te vayas todavía, / no te vayas por favor / no te vayas todavía
Que hasta la guitarra mía / llora cuando dice adiós.

Un pañuelo de silencio / a la hora de partir / porque hay palabras que hieren
Y no se deben decir

El barco se hace pequeño / cuando se aleja en el mar
Y cuando se va perdiendo / qué grande es la soledad.

Ese vacío que deja / el amigo que se va
Es como un pozo sin fondo / que no se vuelve a llenar.


Teresita Villa, era un digno ejemplo a seguir, nunca le falto aquella sonrisa, junto a ese tono amable para recibir a las personas, con cariño y amor…se desbordaba en sus actividades diarias, dándole su tiempo a todo, que las cumplía al pie de la letra y es por todo aquello, como reconocimiento que le dedico este sencillo pero muy significativo homenaje póstumo frente a todos sus amigos, familiares y conocidos, para manifestarle esta última muestra de sinceridad, respeto y cariño, por una mujer que supo labrarse su propio destino.

“…las huellas de los grandes caminantes como lo fue TERESITA VILLA FERNANDEZ,  permanecerán en el tiempo y se conservarán en un lugar especial en la memoria de todos aquellos que estuvimos a su lado”.

Un abrazo fuerte a TODOS sus familiares, HERMANOS, NIETOS, BISNIETOS y que nuestro creador les de fortaleza para superar estos momentos tan tristes y difíciles de superar…que descanse en paz… ¡GRACIAS POR HABERME ESCUCHADO!

Chordeleg, 28 de septiembre del 2013

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