lunes, 29 de abril de 2013

"UN ADIOS A LA PLAZA GUAYAQUIL..."



“La desaparición de un icono patrimonial…la plaza Guayaquil”

Por: Dr. Nelson Muy Lucero, MD.

PLAZA GUAYAQUIL COMPLETAMENTE VACIA
(Imagen tomada del diario el Mercurio)



Hoy domingo 28 de Abril del 2013, son las primeras horas en la mañana, se sintió el impacto de vacio comercial, se ausentó el bullicio de los “dueños” de los puestos en el legendario mercado, el rodar de las carretillas, las carreras y bromas de los estibadores, ya no se escuchaban desde la madrugada; los vecinos de esta plaza, se quedaron plácidamente dormidos debido a la ausencia del stress bullanguero, pero al despertar asomándose desde los balcones y terrazas, se  asombraron al encontrarse con un espacio vacío, nunca pensaron en el impacto que ocasionaría en sus adentros,  la muerte de este mercado, a pesar que fue una muerte anunciada…mientras tanto los gualaceños nada ni nadie hizo algo por un posible salvatage…pero increíblemente era domingo y parecía no serlo…¡estoy seguro que hoy es domingo! se escucho decir a un caminante que conversaba a su amigo… los paso a paso de las amas de casa que presurosas asistían al ritual de las compras domingueras antes que raye el sol, ya no se escucharan mas…atónitos asistimos observando desde lejos el funeral de uno de los íconos más importantes por las que se consiguió un titulo que nos quedo muy grande, el de ser PATRIMONIO CULTURAL DEL ECUADOR.

Las opiniones están divididas, pero duela a quien duela es la purísima verdad… alguien lo tiene que decir, la actual administración municipal acaba de entregarse un monumental nombramiento con el cual se los reconocerá lapidariamente en todo tiempo y lugar “como los sepultureros del patrimonio tangible e intangible de esta histórica tierra…”

Este sacrílego pecado no merece el perdón de mis ancestros, pero si mereció el silencio sepulcral de los gualaceños que simplemente callaron benevolentemente, porque se vendieron miserablemente por un plato de lentejas (aquellos con compromisos parenterales y demás  asalariados en la administración municipal).

Parodiando a UNO DE LOS TRES JUANES AMBATEÑOS…a Juan Montalvo, cuando se refería a un presidente que lo consideró como un “tirano”…lo mismo quiero decirle al sucesor “camuflado de gualaceño…”MI PLUMA LE MATO”

Son solo recuerdos, pero fue realidad…alguna vez pretendieron cerrar la escuela Mercedes Vázquez Correa, su propio director en complicidad con algunos de sus docentes, para fundar una nueva escuela “la ciudad de Gualaceo”, pero basados en el propio alumnado de la Vásquez Correa…los ex alumnos de la Vásquez Correa debidamente organizados impedimos su desaparición y aclaramos que no estábamos en contra de un nuevo establecimiento educativo, pero si  estábamos dispuestos a todo con tal de impedir el cierre de un establecimiento educativo que ya tenía historia en la comunidad educativa de este cantón…El tiempo nos dio la razón…Gualaceo siempre necesitó de mas establecimientos educativos…

Hoy acabamos de vivir algo similar…Se firmó el acta de defunción del Mercado Guayaquil…de Ripley…la calle me contó que seis días antes hicieron acto de presencia los funcionarios del famoso INPC(Instituto Nacional del Patrimonio Cultural), para rogar a los comerciantes de la plaza que no se movieran del lugar…es que llegaron tarde…muy tarde, les dijeron los comerciantes, ya todo estaba consumado…¡que se han creído estos sujetos de escritorio!, que los gualaceños “pero los auténticos”… ¿qué somos por demás ingenuos?...su accionar era y lo podían hacer, ni más ni menos de impedir a nivel administrativo este desplazamiento…simplemente los comerciantes que querían utilizar las nuevas dependencias  que lo hubiesen hecho libremente y los que querían quedarse  de igual forma, lo hubieran podido hacer…Gualaceo requiere y seguirá necesitando de más plazas y centros de abasto comercial, pero sin tener que llegar a hacer desaparecer  el más grande de los iconos tradicionales y patrimoniales:  SU PLAZA GUAYAQUIL.

Que lo sepa la historia, que jamás fuimos cómplices del más grande de los crímenes patrimoniales cometidos en el “Jardín del Azuay…”

lunes, 15 de abril de 2013

Quiero seguir contándoles...ES RECONFORTANTE




“UN AÑO MAS RECORRIENDO MI VIDA…”

Por: Dr. Nelson Muy Lucero, MD.

Son las cinco de la mañana…suena la alarma en mi despertador…su sonido vibrante hace que me despierte…por la ventana observo el horizonte, comienzan a aparecer los primeros rayos del alba…15 de abril…es sin duda un día especial…me enfunde mi calentador, los zapatos deportivos, y con mi infaltable pasamontañas…a trotecito lento comienzo la jornada de un nuevo amanecer, por esas calles adoquinadas camino presuroso, rumbo al parque central, en el corazón de mi Pueblo…mientras lo recorro dándole vueltas, observo a mi gente caminar, los que pasan por mi lado sin saber quien soy…con recelo me esquivan, al no poder ver mi rostro les infundo temor…pronto escucho el silbido característico del horchatero del pueblo que anuncia a su bebida, la misma que humeante calentara a los madrugadores…a los choferes, comerciantes, estudiantes y viajeros ambulantes que se paran alrededor del  quemante balde enlozado para  comprarle…se escucha como un eco…a mi deme un vaso y otros le piden dos, hasta tres y algunos la repetición…soplos y sorbos alrededor del vendedor ambulante, quien por cada moneda que recibe, mira al cielo agradecido por su venta…

Mi carrera continúa…la aparición de un bus de transportes “Santa Bárbara” irrumpiendo el silencioso amanecer, asombrado observo  cómo va esparciendo el abundante y contaminante humo,  logrando cobijar a las ornamentales plantas  de nuestro florido y frondoso parque, que estoicamente soportaron este alevoso bombardeo…

Yo, acelerando mi paso, emprendí la huida, despavorido me aleje, de aquella tóxica nube de humo que fue dejando  sin compasión esa unidad de transporte…El viento que vigilante permanece en este valle, no tardo en hacer su aparición y, con su característica fuerza logró limpiar el ambiente, para nuevamente volver a percibir el aroma que emanan aquellas plantas y flores de nuestro centenario parque,  que casi ya nada queda para ser un histórico lugar…

Antes de dar por terminado mi reglamentario recorrido, volviendo la mirada al parque y observando a la gigantesca palmera, me hice la pregunta ¿porque esta planta creció tanto?…hoy supe la respuesta…es que creció tanto para poder huir de la contaminación ambiental propiciado por los automotores…siendo esta la única y centenaria planta que nos queda como fiel testimonio intangible de lo que debería haber sido un histórico parque…rodeado de un patrimonio arquitectónico que poco a poco va desapareciendo.

Cada vuelta que voy dando al parque de mi pueblo, los recuerdos imaginarios se agolpan en mi memoria, siendo mucho más intensas hoy que precisamente cumplo un aniversario más de mi natalicio…15 de abril…fecha inolvidable porque fue un día como hoy que mis pulmones comenzaron a expandirse con el aire gualaceño…aquí estoy, aquí me encuentro…GRACIAS A LA VIDA, que me ha permitido continuar respirando estos aires, los aires de mi tierra que me vio nacer, crecer, seguir corriendo por sus calles y parques compartiendo mi resistencia con los míos y su gente.

Cansado y sudoroso por mi recorrido matinal…llegando a casa, una ducha, mi desayuno expreso, tomando mi portátil, organizo mi viaje rumbo a la capital de la morlaquía…Cuenca me espera…como todos los días…a trabajar…pronto, ustedes corran, que el FLOTA BUS les irá dejando.

sábado, 6 de abril de 2013

Lo tradicional...NACER EN LA CASA



Las parteras de mi pueblo
“Era tradicional el “dar a luz” en casa…”

Por: Dr. Nelson Muy Lucero, MD

“Este viejo oficio es aún una práctica vigente en las parroquias rurales de mi Cantón…GUALACEO”

Mi larga trayectoria profesional, está llena de anécdotas. En cierta ocasión en las primeras horas de la madrugada, golpearon mi puerta, doctor, doctor…una emergencia…doctor la emergencia es en Guapan…caramba, mi fama hasta donde ha llegado…alegremente en mi carro nos dirigíamos  rumbo a Guapan…uno de los acompañantes un tanto preocupado me dijo, doctor,  estamos siguiendo el camino equivocado…tranquilo vamos bien,  Guapan está en Azogues…No doctor es al otro Guapan, es una comuna perteneciente a la parroquia de Remigio Crespo Toral…ni modo una vueltecita e “U” y nos enrumbamos a la otra dirección…al arribar a la plaza de la parroquia mencionada y me dijeron aquí puede dejar su carro…unas acémilas nos esperan y están listas para completar su viaje…aquel  ascenso en plena montaña escarpada fue espectacular las acémilas continuaban su viaje, siguiendo un camino de herradura…las dos  horas de viaje fueron eternas… creo que haber rezado unos cuantos rosarios… uffffff, ¡por fin llegamos!…allí al fondo en medio de un bosque se divisaba una casita de pobre donde estaba mi paciente,  al llegar observe, que estaba siendo atendida por una comadrona, la misma que sin duda alguna habría decidido en un determinado momento enviar a buscar un médico...al traspasar el umbral de aquel cuartito, se entrecruzo mi mirada con el de la comadrona (una mujer de aproximadamente 50 años)  con aires de preocupación, llevaba dibujado en su rostro los rasgos duros y ásperos de su piel golpeados por los vientos, el polvo del campo y el quemante sol de las alturas…Rompiendo el silencio le interrogue…que sucede “mama grande”…son cinco días me dijo, que la pobre no puede dar a luz…el feto estaba en un posición transversa…había que realizar rápidamente una versión externa…aunque usted no lo crea…lo logramos…bastaron dos horas y dio a luz un hermosa niña…familiares y vecinos comentaban el suceso…dos platos de barro con el caldo de gallina humeante para la paciente y su doctor fueron degustados inmediatamente antes de las siete de la mañana…Mientras aquella pequeña comunidad de parentela se organizo en fiesta, yo sufría por el regreso…llegaron nuevamente las acémilas y pensaba…por Dios ahora que no suceda nada en el descenso…me persigne y todo lo que Dios quiera…afortunadamente sano y salvo…por eso estoy aquí para contarlo.

En ese marco le encontramos a la “comadrona” una mujer como todas, usando su traje típico (blusa blanca y pollera roja) de mediana estatura, resaltando en su rostro una mirada vivaz, sus pómulos grandes, sus labios gruesos, su piel canela quemada por el sol y arrugada por el paso de los tiempos, lo que la emparentaban con el resto de mujeres de su estirpe, cuyo mundo era el barrio comarcano, el anejo marginal y el trabajo severo aderezado por las necesidades de una vida difícil en los asentamientos humanos gualaceños...fueron aquellos años donde no conocíamos, ni soñábamos que en nuestros bolsillos tendríamos descansando los centavos americanos o el billete verde como moneda de uso obligatorio... épocas donde se ganaba por el trabajo “los ya olvidados sucres”.

La “comadrona” nos cuenta que este oficio lo lleva orgullosamente desde que los heredó quien sabe desde cuando…incluso piensa que talvés fue costumbre familiar que lo tomaron desde su bisabuela, que luego lo acogió tímidamente su abuela y posteriormente su madre y ahora“ yo le hago a esto, es uno de mis tantos oficios, soy la única en toda la comarca” me comenta…Ya ve doctor que hasta usted no me reconoce…usted nos preparo a un grupo de 10 “mujeres de distintas partes del cantón”, para que atendamos los partos y por eso es uno de los médicos al que mucho apreciamos y agradecemos…fue usted quien nos levanto el ánimo y nos regalo sus conocimientos, enseñándonos en forma práctica, lo que hasta la fecha me sirven; son ya 23 años, si mal no recuerdo: aparte de tejer sombreros, hilar el “guango”, cocinar, trabajar el campo, tengo mi oficio el de partera, lo digo con orgullo...pero cuando la veo difícil solicito inmediatamente la venida de un medico…usted nos decía no se hagan las héroes…debemos ser valientes para reconocer nuestras propias limitaciones, será entonces el momento que enviemos a alguien por ayuda, de un profesional …

Los lugareños comentaban que no había casa en la vecindad que en algún momento no se haya transformado en una maternidad, este servicio en salud brindado por una partera, a muchísimos kilómetros del centro cantonal, en lo alto del cerro, con vientos helados que ni los rayos del sol calientan, bajo un manto de nubosidad extrema, allí estaba aquella mujer siempre dispuesta y solidaria para auxiliar a los que la requerían por sus servicios.

Recorriendo el tiempo esta vez en otro sendero, por allá en un pueblito de nuestra serranía ecuatoriana (Ambato-Patate), logre llegar aunque sudoroso y cansado, preguntando por la “partera del pueblo”, es aquí, me dijo un labriego…allí la encontramos, en una clásica casita de campo, “de adobe y madera”, en un aposento de cuatro paredes, con una mesita al fondo, cubierto de un plástico florido como mantel y a los lados unas largas banquetas de madera…aquí en este lugar, la anciana mujer explicaba su arte, instruyéndoles a otras mujeres más jóvenes, me senté a escucharla, cuando les decía…no se olviden nunca, lo principal es el aseo…a la parturienta se les debe atender en un sitio limpio…debemos armarnos de mucha paciencia y a veces de coraje…“ninguna mujer se niega a dar a luz, si no puede hacerlo…porque es una cosa desesperante parir y es peligroso no meter la mano(ayudarla). La parturienta se muere si nadie la ayuda”…parecía un intruso…no me atreví a interrumpirla…bienvenido doctor…sintiendo que todas las miradas se posaron en mí, me toco intervenir, a pesar de que aquella envejecida mujer,  ya lo dijo todo…Con esas palabras la comadrona nos resumió el porqué de la existencia de estas doñas con sus artes: están cuando los otros, los profesionales no estamos o no queremos estar, esa es la purísima verdad.

Mientras aquella experimentada mujer narraba y compartía sus anécdotas de hechos reales como parte de su vida, en las polvorientas y soleados caminitos de su campiña, se les escuchaba jugando y gritando en una pequeña plazoleta a 20 pequeños infantes, la mayoría descalzos entre los 5 y 10 años, quienes fueron en su momento ayudados a salir de las entrañas de sus madres con la fuerza de su carácter y sus manos de dedos gruesos y callosos, debido a su arduo trabajo en otras faenas diarias.

Es aquí en estas zonas alejadas del ruido urbanístico donde aprendieron a enfrentarse a las necesidades sin tener cómo pagar un parto en una maternidad, lo que es peor el tener miedo de bajar al hospital debido a que sobre este se tejieron muchísimas anécdotas negativas.

Fue una ocasión que una partera se confesó: “Yo jamás pensé que lo hubiese podido hacer, creía que no estaba hecha para esto, pero mientras una vive, jamás se piensa que muchas familias nos requerirán en su trayectoria; fue así que un día me llamaron para que ayude “a parir” a una chica, la experiencia era mínima, no me quedó más que maniobrarla (darle asistencia)…el niño nació con vida y por fin supe que podría hacerlo una y otra vez”…luego le aplicó unos cuantos masajes que aprendió de otra partera, y se producían los alumbramientos…por fin a bañarle al recién nacido…no me iba a vencer…esto lo veía  hacer a mi abuela, a mis tías.

El resto, fue aprendiendo con los años y más de una vez se enfrentó con la muerte. Pude alguna vez fracasar nos comentaba (que el niño o la madre murieran), pero siempre me encomendaba a mi Dios y a la Virgen del Carmen…con la ayuda divina salía adelante, todos los niños que atendí están con vida…A veces me visitan o me traen regalos.

Rosa, es el nombre de esta “partera”, es madre de 9 hijos, pero el último, “Manungo” así le dice, tiene 3 años…nos relata que nació gracias a su propio arte: “Yo sola me preparé...me tomé mis agüitas aromáticas, hechas a base de yerbas, masticando la panela, deje lista la cama con blancas y parchadas sábanas, mis manos limpias, me metí los dedos…reventé la fuente, al acabar de fluir el líquido (líquido amniótico),  se pudo apurar el parto. Ahí lo ve, arisco y bribón, dice del pequeño Manuel, quien juega sobre las piernas de su abuela, en el pequeño patiecito de tierra, de la modesta vivienda, en las zonas altas del sur-oriente de nuestro Cantón.

LOS SECRETOS DE UNA PARTERA

La emoción es manifiesta, cada vez que esta mujer nos intenta explicar su oficio para el que solo cuenta con el apoyo de sus manos y una oración previa a Dios y la Virgen María. Nos comenta, que cuando ella llega, todos los acompañantes respiran un aire de tranquilidad dejándome todo en mis manos y bajo mi entera responsabilidad.

Mis herramientas son: con estos tres dedos (índice, medio y anular) le ayudo a que salga la cabecita, dice la partera. Ya cuando sale la cabecita, sale el cuerpo. Salvo que se dificulten las cosas podríamos esperar lo peor y unas tijeras con las que corto el cordón umbilical. El resto son montes, sebo, aceites (de ricino) y su experiencia.

El secreto esta, en acomodar bien el cuerpo del niño…con mis manos, esas mismas manos que uso para lavar la ropa de encargo, para ponerme el sombrero o para hilar la lana…esas mismas manos son las que ayudan a guiar la cabeza del infante hacia la boca del útero…Se tiene que “encajarlo para hacerla parir”…“con sebo calientito” que una misma prepara derritiendo sebo de vaca con matico, manzanilla y mentol, se le frota la barriga.

Ahora, nos comenta a las PARTERAS solo nos buscan para que les demos acomodando, el cuerpo del niño en el vientre materno...ahora en su gran mayoría van a la maternidad, creo que está bien, allá es más seguro. Hay medicinas e instrumentos para cualquier emergencia, nos dice aquella mujer, quien atendió el nacimiento de 3 de sus 15 nietos y 5 de sus 10 tataranietos.

Locuaz como todos en el pueblo la conocen, la comadrona comentaba y recomendaba:


  • Es tradicional la preparación del caldo de gallina “hirviendo” para la parturienta, una hora después del parto; esto se mantiene en muchos hogares hasta la actualidad.
  • Los lavados a la madre, con permanganato o bórax en escama hasta los cuatro días después del alumbramiento para limpiar el organismo.
  • A los ocho días se les brindaba un purgante de aceite de ricino, para purgar la lechecita, “¡porque los bebés botan un líquido verdoso!” (meconio), comenta la comadrona...
  • A los 40 días después del parto se les calienta el bajo vientre, con parchecitos de sebo, se las acomoda para que no tengan descensos (prolapso uterino), que no baje la madre.
  • Se tiene que quemar con una vela, el extremo cortado del cordón umbilical inmediatamente, para así evitar el tétanos.
  • Se debe quemar o enterrar la placenta recomendaban, las parteras. Si no lo hacen decían, que se ponía en riesgo la dentadura. “Los niños se quedan desde chiquitos sin dientes”.


Nos manifestaba entusiasmada aquella mujer…”LA PARTERA DEL PUEBLO…”



¿Cuántos de nosotros tuvimos el privilegio, de haber nacido en manos de una PARTERA…?

Mucho me temo que acaban de enterarse



lunes, 1 de abril de 2013

ESTOY DE LUTO...siempre nos encontrabamos pero nunca nos despedíamos...ASI SE FUE.




“REQUIEM POR UN AMIGO…Edgar Avecillas Coronel (+)”


Por: Dr. Nelson Muy Lucero, MD

Hoy me decidí escribir una carta de homenaje; intentaré hacerlo,  pero la verdad no sé cómo empezar por tantas cosas que tengo en mi cabeza...

Son 66 años querido EDGAR que ingresaste a la universidad de la vida y nosotros a la carrera por conocerte…Deportista ejemplar…su pasión el FUTBOL…titular indiscutible en el principal equipo liguista de mi pueblo, en las fiestas cívicas o religiosas siempre se organizaban un encuentro deportivo, con selectos equipos, que hagan calor y despierten la emoción en los espectadores…Saltaba al campo de juego el equipo de la “Liga Cantonal” luciendo su impecable uniforme, con los colores de nuestra bandera “amarillo y verde”; emocionados la oncena titular, emergiendo entre ellos la figura del hábil y ejemplar deportista EDGAR AVECILLAS,  que al son de la banda del pueblo llegaban al centro del campo de juego para ofrecernos el triunfo deportivo a sus espectadores, quienes respondíamos con gritos y aplausos animando el exigente evento deportivo.

Mientras escribo escucho la bella y triste música: “Réquiem for my friend”, que el compositor polaco Preisner dedicó a su paisano y difunto amigo el fallecido cineasta Kieslowski.

Conocí a Edgar como amigo, hace muchos pero muchos años, al coincidir con él en estadio municipal (hoy el parque Simón Bolívar) en uno de los tantos partidos de fútbol que organizaba la LIGA DE GUALACEO. Nos saludamos antes de comenzar el cotejo y pronto advertí que me encontraba ante una persona excepcional, por varios motivos que entonces intuí y con el tiempo he tenido la fortuna de comprobarlo.

Fue el día sábado, a las 12 del meridiano, que me entere que habías muerto y como uno de tus “cincuenta amigos”, sentí un dolor muy intenso, una punzada en el alma; pero nos quedan tus sueños; nos quedan tus palabras; nos queda en la memoria infinita tu risa, acompañada de tus burlescos momentos… Nos queda tú bello recuerdo que junto a la tristeza van encontrando las fisuras de nuestras almas por las que brotarán las milenarias lágrimas, marcadas por tu ausencia…

Le escuche decir a una gran mujer en su homenaje de despedida…y ahora quien jugará a las escondidas con mi pequeña hija…y ahora quien amenizará aquellas fiestas de amigos y familiares…fue lo dicho en el funeral donde nos despedíamos del insustituible padre, esposo y amigo, EDGAR AVECILLAS…indudablemente un día triste, pero con un multitudinario acompañamiento que lentamente avanzábamos en el camino  rumbo al cementerio de las ánimas, acompasados por nuestro sentir, que al fin llegaremos donde será su eterna morada.
Todo parecía un sueño, pero con un final injusto, ahora cuando comenzabas a disfrutar de un nuevo tramo de tu vida, robando ratos a tu laborioso modelaje para jugar con tu sobrina, y más aún por siempre pendiente de tus tres hijos convertidos ya en profesionales brillantes…me imagino cómo podrías sentirte, estoy seguro qué feliz.

No podremos ocultarlo, la tristeza nos invade, nos traspasa el corazón… Te observe inerte encerrado en aquél frío féretro, pero creo que así como yo, sentimos que sigues vivo en nuestra mente, a pesar que ahora todo será diferente,  tú en el cielo y nosotros aferrados a tu música que hoy suena a oración…

A Edgar le recordaré siempre con su nobleza en su porte. Su mirada profunda y franca. Su inteligencia  destilando en sus palabras. Con el didactismo de sus comentarios. Su ansia humilde por conocer. Su ponderación con que opinaba. Brindándonos el obsequio de su risa ancha. Con el compás de su voz retumbando el ambiente, hacía despertar al somnoliento. Su generosidad...en suma era un alma grande. Una persona fácil de querer y de admirar.

Alguna vez le escuché decir que la vida era un viaje que nos regalaron, y que eso ya era bastante...
Es por eso que hoy entiendo que la muerte es una realidad por la que todos pasaremos y que tarde o temprano se atravesara en nuestra vida, pero tú muerte querido Edgar nos ha dejado sin palabras, se nos hace difícil expresar lo que se siente; una confusión de rabia y dolor… ¡Aceptamos tu ausencia pero el vacío es demasiado inmenso!

En los tiempos de colegial leí algo que escribió en su época Aristóteles…”que la amistad es lo más necesario para la vida”. Y por ello se que tú has contribuido con este pensamiento, brindándonos tu amistad franca y sincera para que muchas personas consigamos vivir gratos momentos, con una enorme dosis de fantástica alegría, Por ello vas a vivir, eternamente en nuestra memoria.

Tus amigos viviremos con tus sueños, sueños que son recuerdos, recuerdos que serán eternos...

Se llamo en vida EDGAR, simplemente EDGAR AVECILLAS CORONEL
COMO HERMANO INCOMPARABLE Y COMO PADRE “EL MEJOR PAPA DEL MUNDO…”

¡Gracias a la vida de EDGAR…por haber sido mi amigo!


DR. NELSON MUY  - MARTHA CABRERA

Nuestro sentido pésame a su esposa e hijos…y a todos sus familiares


Cuenca, 1 de abril del 2013