martes, 19 de marzo de 2013

Por un caminito del Patate Viejo llegue...


RECORDANDO LOS VIEJOS TIEMPOS:
“UN SENDERO QUE NUNCA OLVIDARE…Por un caminito del Patate Viejo llegue”

Por Dr. Nelson Muy Lucero, MD.

En el año de 1980 fue asignado el DOCTOR NELSON MUY LUCERO, desde la Universidad Estatal de Cuenca, como Medico Rural del Cantón PATATE, provincia del Tungurahua. 

Cuando arribe, caminando por el pueblo, junto a mi mujer y mi primer hijo, me parecía haber llegado a un pueblo casi sin habitantes, era cercano al medio día. Buscaba un restaurant y no lo encontraba. Fue en una tienda junto al parque, que pregunte donde quedaba el SUCENTRO DE SALUD, me respondieron, que a la entrada del pueblo, justo en la parte alta del CAMPO SANTO. 

No lo podía creer, el Subcentro estaba cubierto por grandes matorrales, parecía que no lo habían habitado por muchísimo tiempo. Se pidió al CURA PARROCO, que solicitara a la población que se den cita para una minga de limpieza del Subcentro de salud, pero nadie parece que escucho nuestro pedido y en colaboración con algunos de nuestros vecinos, la enfermera y el inspector de sanidad comenzamos nuestro arduo trabajo para adecentar nuestra unidad operativa. No lo van a creer, lo logramos y así comenzamos nuestra labor como MEDICOS RURALES, los doctores: JULIO MONCAYO DESDE QUITO Y NELSON MUY DESDE CUENCA.

Con  nuestro modesto grado de preparación y provistos de una mentalidad de tinte modernizador en la medicina salubrista, llegamos a esta pequeña urbe.

La mayor parte de su gente durante el día laboraba en sus faenas eminentemente agrícolas, hortícolas y frutícolas…la tierra de los viñedos, de las mandarinas, del aguacate, de las rosas, de las hortalizas y el GRAN ZAPALLO , de cuya carne las hábiles manos de la mujer “patateña” las transforman en hermosas arepas apetecidas por propios y extraños que los visitaban.

Caminando por el pueblo día a día, fui observando cómo se encontraba organizado y de que adolecía esta pequeña población.

Mis primeras recomendaciones se centraron en la eliminación de las acequias que cruzaban las calles constituyéndose en vectores y focos de innúmeras enfermedades, así como la inmediata clausura de las chancheras intradomiciliarias, existentes en el perímetro urbano.
Cuando llegamos al CANTON PATATE, observamos que el descuido era integral, que provenía desde siempre. Preguntado a las autoridades porque jamás se tomaron acciones, argumentaban que el temor a las protestas de su gente hizo que tardaran en buscar soluciones a los problemas de insalubridad y este temor incluso provenía desde administraciones anteriores…en cambio otros burócratas manifestaban que las soluciones se encontraban en estudio.
Pero allí estaba, presente “la contaminación ambiental”, provocada por la ausencia de obras, destinadas a manejar los desechos, que incluso mediante comunicaciones, los mismos que hacían caso omiso, por parte de las autoridades municipales, sin comprender que se les prevenía…Que en caso de no tomar medidas urgentes que los daños serían irreversibles en la SALUD DE LA POBLACION ESPECIALMENTE INFANTO -JUVENIL.

Sendas reuniones entre el PUEBLO y sus AUTORIDADES se realizaron junto con los Médicos y personal de apoyo del Subcentro de Salud, llegando finalmente a un acuerdo consensuado, de darnos unos plazos urgentes para la masiva salida de las chancheras fuera del perímetro urbano. Esta medida dio resultado, un nuevo aire se respiraba en PATATE, todos contentos, los vecinos ya podían almorzar placenteramente sin los clásicos olores nauseabundos del medio día.

De la misma manera, continuamos con el programa ANUAL que se trazó este Médico Rural de los AÑOS 1980 - 1981, al que le denomine “EL SUBCENTRO AL CUIDADO DE TU SALUD”, así programe en forma responsable mi sendero por el que caminaría durante todo un año al servicio de la comunidad al que fui asignado:

I SALUD PREVENTIVA, Utilizando y aplicando todos los programas de estricto cumplimiento del Ministerio de Salud, como el PAI (programa ampliado de inmunizaciones), FORMANDO LOS CLUBES DE LAS Madres de la Leche avena. En el programa de captación de nuevos casos de la TUBERCULOSIS y su tratamiento domiciliario.
II SALUD ESCOLAR, siempre fue espontanea, nuestra participación mediante conferencias, se lograba una estrecha comunicación con el grupo de estudiantes de primaria y secundaria. De igual manera jamás dejamos de organizar nuestras brigadas de visitas médicas a todas las parroquias o asentamientos humanos de todo el Cantón Patate.

III SALUD COMUNITARIA. Fue de estricta aplicación a la población en su conjunto, visitando de forma presencial a todos los domicilios  PATATEÑOS. IN SITU, observábamos las condiciones ambientales en la que vivían sus pobladores. Luego planteábamos las soluciones, junto a las instituciones correspondientes.
Nuestra participación siempre estaba junto a los pobladores en sus principales facetas, con motivos en beneficio de la salud de sus habitantes: Fue así que tengo en la mente un fin de año espectacular, digno para recordar, diciembre del año de 1980, en el que se confeccionó UN AÑO VIEJO, que llevó el título de “CASTILLOS EN EL AGUA”, de cuya llave de agua domiciliar emergía una lombriz, en reminiscencia al poco accionar del jefe provincial del IEOS, de apellido CASTILLO,  en la provincia, porque a un Cantón de tanta importancia turística como se lo pintaba a PATATE, este no contaba con agua potable.

IV. UN SUBCENTRO DE SALUD con servicio las 24 horas para el CANTON. Siempre nos encontraban laborando, a cualquier hora del día o de la noche, al servicio del doliente, del accidentado, de la paciente que venía a dar a luz. Muchas fueron las cirugías planificadas y de emergencia, que se practicaron en ese SUBCENTRO DE SALUD.

V. SE IMPLEMENTO UN SERVICIO DE FARMACIA POPULAR. Nuestros pacientes de seguro fueron los más agradecidos, en un solo lugar nos encontraban al médico y su tratamiento para el alivio de sus dolencias.

Así fue nuestro paso por aquella población al que tanto quiero y le recuerdo, EL CANTON PATATE, en la PROVINCIA DEL TUNGURAHUA, que en aquellos tiempos ya remotos contaba con el único acceso, el camino viejo de piedra, el camino empedrado por la vía conocida como EL CAMINO DEL PATATE VIEJO.

ANECDOTAS OCURRIDAS EN PATATE

SE ME PERDIO MI HIJO…Una cierta mañana, mientras atendía a mis pacientes, llegó mi esposa y me comunicó con lagrimas en los ojos, que nuestro hijo había desaparecido… se armó un revuelo, junto a los vecinos emprendimos la búsqueda…a mi hijo de 3 añitos, no lo encontrábamos…cansados bajamos al pueblo y allí estaba jugando solitario en una de las entradas del parque…que susto que nos llevamos…pero un final feliz.
ATACADO POR UN ENJAMBRE DE ABEJASOtra vez mi hijo…se acerco a las colmenas de los vecinos y jugando dando golpes  a las paredes de los colmenares el travieso niño, obligo a salir en estampida a las abejas, quienes le atacaron masivamente y gracias a la oportuna acción de nuestro vecino DON LUCHITO FREIRE, que abrazado al infante se sumergió en un estanque de agua, como única forma para evadir el ataque fulminante de las enfurecidas abejas…los primeros auxilios brindados en el Subcentro de salud en Patate.
LAS DOS HERMANAS DIERON A LUZ LA MISMA MADRUGADA…Una cierta noche golpearon mi puerta, en el Subcentro…llegaba una parturienta acompañada de su hermana, para que le atienda porque estaba con dolores de parto…A la madrugada se produjo el parto y me retiré…Una hora después me llamaron con insistencia, era la hermana, la acompañante, que me decía…doctor creo que yo también voy a dar a luz…así sucedió, esa madrugada me dispuse a tender un nuevo parto.

AGRADECIMIENTO:
“Agradezco a mi esposa Martha Cabrera A., a mi hijo Nelson, porque gracias a ellos, por su valiosa compañía, pude aplicar con enorme responsabilidad mi vocación de médico y ser amigo de toda la comunidad patateña…GRACIAS…MIL GRACIAS PATATE…SOY Y SEGUIRE SIENDO UN PATATEÑO DE CORAZON”.


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