EL PARQUE DE LOS ENAMORADOS EN
LA TIERRA
A LA QUE TANTO EXTRAÑO: AMBATO...tierra de las flores y las frutas
Por: Dr. Nelson Muy Lucero, MD
Alli está el Parque de los ENAMORADOS...llegamos
por allí algún día, caminando apaciblemente lugar en el que se siente aquella
esquiva paz interior, como el elixir tranquilizante del toronjil...esta belleza
respetada y de colorida arquitectura se conjuga con la naturaleza
circundante....
Coincido con la opinión de todos
cuando dicen que se trata de una verdadera joya arquitectónica de Ambato...en
este lugar nos reencontramos con muchas figuras de personajes que hicieron
historia; en este espacio de la gran ciudad de los tres JUANES que junto a los hermosos
árboles y figuras tallados en ciprés, convierten al parque en un lugar donde se
conjugan armoniosamente el amor, el arte y la belleza junto a la prodiga
naturaleza nos permite disfrutar de este
espacio...
Fueron aquí precisamente que generaciones
de jóvenes declararon su amor y es por ello que se lo conoce como el “Parque de
los Enamorados”.
Por
allá en algún lugar de mi adolescencia...sucedió en un barrio gualaceño, allá lejos en el tiempo...
“Que
tiempos aquellos...con la mirada fija observando el momento preciso que el portón de la esa casa se abriese, esperando ver aparecer a la mujer de mis sueños...siempre existía un
sitio estratégico para esconderse, en el
recoveco de una esquina...un parque...una árbol...un riachuelo...una quebrada, acompañado siempre
de aquellos sonidos provocados por un frondoso ramaje de esos arboles que se mecían
al compás del viento como testigos mudos de los furtivos reencuentros, siendo momentáneos acontecimientos que
ocurrían bajo su sombra...mientras en mis adentros palpitaba fuertemente el corazón adolescente, murmuraba mi subconciente...¿parece que no
vendrá?...¿saldrá sola o acompañada?...¿será que su mentirilla no funcionó?...la
tarde cae y no llega...me resistía a darme por vencido...esperaré unos
minutos mas...es que no soportaría si me dajara plantado.
¡Por fin!...a lo lejos logré divisar a aquella silueta
femenina inconfundible...¡seguro que era ella, no lo podía creer...¡sabía que no me fallaría!..mientras más se acercaba, mi latido cardiaco era mas fuerte de satisfacción y alegría...reconociéndolo en mis adentro me respondí, ¡valió la pena esperar!...
Fue
fugaces esos instantes cuando nuestras miradas y nuestros brazos se entrecruzaron...era sin
lugar a dudas ese momentaneo e indescriptible sentimiento que espontáneamente brotó y nos
cobijo para quedarse para siempre...para volver a sentirlo y escucharlo mas tarde en el tiempo
cuando juntos rezamos ese sacramento... ¡hasta que la muerte nos separe!”.
Dedicado praa mi familia y mis amigos.
“FELIZ DIA DE SAN VALENTIN”