LA LAGUNA DEL VOLCAN QUILOTOA
Realmente la experiencia fue única…
Por Dr. Nelson Muy Lucero MD
Invitado por
mi hijo el Arq. Nelson Muy Cabrera, el viernes 10 de Octubre en las primeras
horas de la mañana, partimos desde la ciudad de Ambato, rumbo a la capital de
Cotopaxi. Latacunga viene de dos voces quichuas llacata kunka que
significa Dios de las Lagunas.
Desde aquí bajo el frío de la mañana
nuestra aventura empezó. Al entusiasmo de siempre se unió la expectativa…Ávidos
de conocer diferentes parajes y experimentar nuevas sensaciones, el vehículo de
cuatro ruedas (el Nissan frontier) partió…atravesando pequeños poblados
llegamos a Quilotoa. Cuentan que el Quilotoa proviene del quichua, y que quiere
decir dientes de la princesa (quiru-toa). Se dice que el sitio fue
una de las últimas moradas de Atahualpa y que las montañas son sagradas.
Esta laguna,
se pertenece a la reserva de los Illinizas, al occidente en la provincia de
Cotopaxi. Se habría formado luego de la erupción del volcán Quilotoa que habría
ocurrido en el siglo XIII de nuestra era.
Esta enorme e
impresionante laguna del volcán Quilotoa, con unos 250 metros de profundidad de
aguas azufradas y el color de sus aguas de un brillante verde turquesa, se debe
presumiblemente a los minerales que emergen de la tierra pintando el agua de
lluvia que ha sido retenida durante milenios por los paredones de la agreste
roca andina que forman la caldera de este volcán, siendo uno de los paisajes
más sorprendentes que se encuentra localizada en la parroquia Zumbahua, en la
cordillera de los Andes, constituyéndose sin duda en una de las maravillas
naturales más hermosas de nuestro Ecuador. Se encuentra en el cráter del
QUILOTOA un antiguo volcán que esta encaramado en los 3.900 metros sobre el
nivel del mar y con un cráter de unos 2 - 3 km de diámetro aproximadamente.
A pesar de lo
inclemente del tiempo que nos rodeaba en la zona, no fue impedimento para acercarnos
al borde mismo de la cresta del volcán…El frío de esa mañana y tarde de
lluvia, que nos cayó como una desagradable sorpresa, ocasionando que la laguna
se oculte tras la niebla, tímida ante los lentes de las cámaras de los turistas
y nuestros ojos impacientes por disfrutar del paisaje. Lo primero que logramos divisar,
fue el cráter y allá en las profundidades que apenas se podía distinguir, se
encontraba una hermosa laguna, que apenas se dejaba ver por la llovizna y
nubosidad reinante, y al borde del cráter mientras observábamos la laguna,
algunos exclamaban: ¡Qué belleza!, ¡Qué hermosa!, ¡Qué impresionante! fueron
algunas de las expresiones que se escucharon; el buen ánimo en los turistas acompañados
con breves momentos de silencio al observar con sus propios ojos “lo increíble”
y con sus bocas abiertas incluyendo la mía
en particular, muy a pesar de estar un tanto preocupados porque a mi esposa le “agarro”
la altura…pero fue momentáneo nuestro alejamiento de la boca del cráter, para
dejarla encargando en el interior del potente “Nissan frontier” considerado ese
momento como el mejor refugio de mi paciente hasta nuestro regreso…
Luego de recuperdo
los ánimos, me decidí aceptar la invitación que sabía a reto…¿PAPI BAJAMOS?...MI
RESPUESTA FUE LACÓNICA…CLARO que si HIJO…¡HAGAMOSLO!…
Nos decidimos bajar después de pensarlo, porque nos dijeron que la bajada se lo
hacía en 15 o 20 minutos, pero que la subida tardaríamos como mínimo 1 HORA, no
lo creíamos pero igual decidimos ver que había abajo....empezamos a caminar con
rumbo a lo desconocido, hacia abajo pero llenos de entusiasmo… siempre bajo la
atenta mirada de mi hijo, muy pendiente de este veterano de las mil y un
batallas por la vida…
El bajar fue divertido… un sendero con rocas, piedras, así
como zonas con mucha arena y ceniza donde se puede fácilmente deslizarse como
si estuviésemos pisando nieve... continuábamos enfilando el agreste descenso, hasta que sucedió lo que es
usual en esta clase de caminatas…!!ujujuuu..!! Nelson JR… resbaló…un resbalón de
mi hijo, que no fue caída, superándose e irguiéndose nuevamente retomamos el paso dando continuidad a nuestro
descenso por ese sendero lodoso de arena y ceniza, cubiertos por un manto tenuemente
lluvioso…¡Creo que sí!...En cada centenar de pasos descubríamos senderos y paisajes increíbles,
en ese mágico lugar…ni un segundo de nuestro tiempo parábamos de sorprendernos…
a medida que descendíamos, nos divertimos mucho sacando fotos desde distintos
ángulos, en aquel inhóspito paraje.
EL CRATER, LA LAGUNA DEL VOLCAN QUILOTOA
Al final
llegamos... No hay población alguna ahí abajo…solo visitantes…ni de aquí ni de
allá… pero es tan…pero tan grande...... Unos suben a los botes, otros miramos,
sin dejar de caminar y observar... El agua es ¡friiia!...fue interesante pero
da miedo… No hay nadie…eres como una hormiga en un enorme estadio... es la verdad…
Las aguas en esta laguna son tranquilas...No existen peces.
Me hubiese
gustado darme la vuelta completa al inmenso cráter, pero nos conformamos con
pasear en un segmento de su orilla. Tampoco me di la oportunidad de arrendarme
un bote, aunque lo hubiera pensado mucho, por el miedo natural que despierta en
mi lo desconocido a las profundidades de ese inmenso lago…Pero con enorme
respeto, llegamos con mi hijo Nelson Jr. para descubrirlo, tocarlo y “chapucear”
sus aguas…La caminata me parecía alucinante, con nuestra mirada bordeando el
volcán, hasta que nos dimos cuenta de lo inmenso que era…el sol hizo su
aparición en un momento expectante, durante la caminata corta por esas orillas
de la grande y legendaria laguna…solo con mi partida al infinito podré olvidar
semejante paisaje, el subir y bajar de la gente, conociendo y gozando del
paradisiaco lugar…por un momento, decidimos emprender el regreso, con nuestra
mirada puesta en la lejana cima del volcán, rodeados de los paredones
existentes en ese agreste paraje, en silencio, cobijados por el envolvente
viento frío, me despedí de aquel lugar, agradecido por la oportunidad que me dio
la vida de realizar esta última e inolvidable excursión en compañía del primero
de mis hijos Nelson JR…la bajada estaba genial, pero la subida será muy dura,
pero jamás imposible de lograrlo…si no podemos dominarle a la “cuesta” los caballos
serían nuestro auxilio para completar la travesía.
Cuando el sol
dejo de brillar, el frío y el viento helaron los huesos, nos marcaron la hora
de dejar atrás este mágico rincón de la sagrada laguna, sus leyendas y
emprender nuestro retorno, fue cuando recordé la leyenda de aquella historia de
amor entre la princesa y su amado cóndor, acompasado con la melodía andina de
alegres flautas y charangos, llenando el inerte silencio del páramo, y
engalanando la laguna con sus turquesas aguas en las profundidades del cráter
del volcán.
Nos
regresamos… después de tantas fotos en la laguna y sus parajes… de REGRESO a
escalar la montaña... Y ahora suban pues a ver si pueden...creo que los pobres
turistas subían 20 metros y descansaban 20 minutos…es que se les hizo tan
difícil.... por el camino arenoso, por una gran roca, cediendo en ciertos
tramos el camino a las ovejas y yeguas que con sus dueños iban tentándonos de
aceptar la promoción “por 5 dólares, suba en caballo y ¡no
sufra!, ¡no se canse y disfrute plácidamente en estos cómodos cuadrúpedos!“,
otros con una publicidad más agresiva “amiga, vas a morir en medio camino, mejor
sube en mula”…al menos para los que al bajar les era tan divertido,
aprendieron lo horrendo que ha sido el subir, les escuche decir al
rebasarles... En el camino nos encontramos con más turistas que bajaban…sin
duda alguna, solo de ver nuestras caras de cansados, parecían que ya no querían
bajar...fue tan larga la subida pero muy agradable al fin..... Y más aún la
SATISFACCION que se siente al llegar y saber que hemos hecho un largo y un
bello recorrido y que lo logramos por completo sin rendirnos jamás...¡Ah!
y el haberme hecho más amigo de mi querido hijo..... ¡FUE FANTASTICO!
Quedamos
cansadísimos, pero a la vez energizados para seguir aprovechando al máximo la
excelente oportunidad que teníamos de recorrer esos recónditos lugares, para
uno que llegaba de tan lejos…¡Lo logramos!
felices y contentos posamos para la última fotografía esta vez sin resbalones,
peor caídas…